“A los lobbies sectoriales, como el del petrolero, no le interesa que sigan creciendo los cortes de naftas con los biocombustibles. Más bien les interesa ´topearlos´ (ponerles un tope, límite). Y este proyecto de ley que se discute plantea la posibilidad de reducirlo ante determinadas circunstancias económicas”, remarcó sin pelos en la lengua el director de e la empresa Bio4, Manuel Ron. Ubicada en Río Cuarto, esa planta fue formada por 28 socios agropecuarios, que invirtieron varias decenas de millones de dólares para convertir maíz en bioetanol, convencidos de que la Argentina había emprendido un camino de incorporación de combustibles renovables.
Pero la apuesta les está saliendo mal, por el visible viraje que ha dado el kirchnerismo en este política de Estado.
“El sector de los biocombustibles es el que más invirtió en los últimos 8 años y es el que más perjudicado ha salido”, aseguró Ron en diálogo con Bichos de Campo. Acto seguido agregó que “hay un lobby muy fuerte de parte de las petroleras” en su afán por reducir la producción de estos. Es que la ley vigente define porcentajes de corte de las naftas y el gasoil -de origen fósil- con porcentajes de 10 y 12% de biodiésel y bioetanol.
La amenaza está más que latente, porque hace un mes se prorrogó por 60 días la ley 26.093 de biocombustibles que regula y promociona la producción de biocombustibles. Luego de borrar con el codo lo que escribió con la mano en tiempos de Néstor Kirchner, ahora hay un proyecto de ley del oficialismo que ya cuenta con dictamen para ser tratado en la Cámara de Diputados, y que contempla reducir el actual corte de gasoil del 10% a un rango de entre el 5% y el 3%. Y también determina que podría caer la proporción de bioetanol en caso de que la autoridad de aplicación lo considere necesasio.
Mirá la entrevista completa a Manuel Ron:
Ron recordó que esa decisión sería una patada a la política de agregar valor en las zonas agrícolas. En su caso, de Córdoba. El bioetanol, recordó, “es una transformación del maíz que conlleva una inversión importante en estas plantas”.
“De una tonelada de maíz sale etanol y burlanda, al mismo tiempo en distintas proporciones. Esta última contiene toda la fibra, grasa y proteínas del grano de maíz que a su vez se transforma en proteína animal. Por otro lado, alrededor de la planta de etanol se generan clústeres ganaderos muy importantes para generar esta transformación y poder producir más carne, tema que hoy está en el tapete, la carne y sus precios”, explicó.
Añadió que la burlanda es un producto que sale fresco de la planta de etanol y que conforma un alimento de buena calidad para el ganado vacuno en el objetivo de lograr más kilos de carne. “Es como una transformación que potencia a todo el agro”, resaltó. Por ende, convertir maíz en biocombustible implica un desarrollo ganadero local.
Para el empresario, transformar el maíz “es ganancia ambiental, porque el bioetanol es un combustible renovable que suplanta o complementa a las naftas con el 12%. El bioetanol es la parte renovable del combustible”.
“También es ganancia social, porque las plantas generan mucho trabajo calificado. También es ganancia en esta complementariedad con la ganadería, porque genera feedlots que se instalan alrededor de las plantas de etanol, dado que de allí sale la burlanda, un producto muy demandado que sale fresco. Es una transformación que potencia a todo el sector agropecuario”, describió el presidente de Bio4.
A modo de ejemplo, para explicar lo atrasada que está la Argentina en torno al desarrollo de los biocombustibles, Ron expuso que “Estados Unidos transforma el 40% de la producción de su maíz en bioetanol, mientras que acá en Argentina no llegamos al 2% o 2,5% y hay mucho para crecer. Pero lamentablemente se han impuesto otros intereses”, lamentó.
Del mismo modo, el empresario trazó un comparativo con el vecino país de Brasil: “Tiene 15 plantas de bioetanol porque mantiene una política de corte en el 27,5%, mientras que acá seguimos siendo 5 plantas. Ellos nos triplicaron el número de plantas cuando Argentina los triplicaba en 2014 y era un modelo para Sudamérica. Hoy ya no”, se lamentó.
Así es. Argentina es muy especial. Al momento de redactar esta nota, el País sigue pagando subsidios directos a las empresas mas fuertes del mundo por el gas que sacan de Vaca Muerta para el mercado interno, que ahora dicen que no alcanza y le cobran a los consumidores industriales el doble de lo que se pagaba en 2020. Otro: En cualquier momento chau politicas de Barril Criollo. Si sigue subiendo el petróleo, ahora será “Barril Import Parity” (siempre nombres raros). Ahhh, también están preocupados por comprar un par de centrales atómicas rusas (parece que le están ganando al lobby Chino). O sea, el tema BIO los tiene sin cuidado. Y si se vuelve a foja cero, para algunos pocos, mejor.