El gobierno argentino prohibió la exportación de cortes bovinos que no se consumen en el mercado argentino con el propósito de incrementar la oferta interna de carne vacuna. No suena muy lógico. Al punto tal que hasta los informes de organismos internacionales contemplan esa contradicción.
Benjamin Boroughs fue el funcionario del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) encargado de redactar el informe que intenta explicar qué sucede en la Argentina. No la tuvo fácil. Pero está claro que hizo el mejor de su esfuerzos.
Luego de detallar la medida tomada por el presidente Alberto Fernández, Benjamin, quien se encuentra en la ciudad de Buenos Aires, comienza a contextualizar el estado de situación.
“La carne vacuna es un componente clave de la dieta argentina y tiene un lugar importante en la cultura local. Sin embargo, varios factores en los últimos años han provocado una disminución del consumo de la misma”, señala el funcionario del USDA.
“En primer lugar, las políticas impuestas por gobiernos anteriores entre 2006 y 2015 (principalmente restricciones a la exportación) influyeron en la reducción del tamaño del stock bovino argentino y, posteriormente, en la oferta interna de carne. En segundo lugar, varios años de recesión han reducido el poder adquisitivo de los argentinos. Además, las proteínas alternativas, como el pollo y el cerdo, han sustituido a la carne vacuna hasta cierto punto”, añade.
Benjamin resalta que en los últimos años las exportaciones argentinas de carne vacuna destinadas a China crecieron de manera drástica. Y remarca que en 2016 Argentina exportó 181.000 toneladas de carne vacuna con envíos a China que representaron el 30% del total, mientras que en 2020 las ventas totales sumaron 652.000 toneladas, de las cuales un 71% correspondieron a compras realizadas por la nación asiática.
“Sin embargo, gran parte de la carne bovina que Argentina exporta a China está integrada por cortes de bajo costo y calidad, como recortes. Eso significa que las exportaciones a China generalmente no compiten directamente con los cortes básicos que consumen los argentinos”, intenta aclarar Benjamin.
El funcionario del USDA posteriormente resalta el elevado nivel de inflación presente en el país y el hecho de que los precios de la carne vacuna subieron de manera significativa en el último año.
“Altos funcionarios del gobierno argentino, incluido el presidente Alberto Fernández, han realizado declaraciones denunciando el aumento de los precios de la carne. Los funcionarios han hablado de la necesidad de ‘desacoplar’ los precios internos de los precios internacionales”, apunta el informe.
El documento además remarca que el “gobierno ha estado negociando con la industria cárnica en los últimos meses para alcanzar ciertas garantías de precio y volumen para el mercado interno y los funcionarios han sugerido que la prohibición de exportación podría levantarse antes de su vencimiento de 30 días si la industria llega a un acuerdo”.
USDA
Foto. Benjamin Boroughs junto a su feliz esposa Mara Sloan