“Cuando uno mira lo que sucedió en el 2015 y el escenario que recibimos en 2019, uno se da cuenta que se le dio total apertura al sector, y no aumentó la cantidad de toneladas faenadas, no aumentó tampoco la cantidad de cabezas y cada vez es menor el peso del novillo que se faena. Lo único que aumentó fue el precio de la carne que pasó de 250 a cerca de 800 pesos el kilo de asado para tomar un ejemplo”.
En esa sola frase, que intenta resumir varios años de historia ganadera y trata de instalar las supuestas diferencias entre el gobierno de Mauricio Macri (2015/19) y el que él mismo conduce, el presidente Alberto Fernández incluyó varias mentiras o datos errados.
Entrevistado en Radio 10, Fernández dijo que la política de apertura exportadora establecida por Macri ni bien asumió a fines de 2015 había provocado una caída de los diferentes indicadores ganaderos, lo cual es realmente falso. El Presidente habló de la faena, de la producción de carne, del peso promedio de faena y del stock ganadero.
Lo desmienten al presidente la estadística consolidada del propio Ministerio de Agricultura y del Senasa.
- En 2015, año final de Cristina Kirchner en el poder, la Argentina faenó 12,15 millones de cabezas bovinas. Cuatro años después, en 2019, ese indicador cerró en 13,92 millones. Es decir que la faena creció en 1,7 millones de animales en esos cuatro años. Es más del 15%.
- Como creció la faena, también creció la producción de carne vacuna. Cuando Macri tomó el gobierno, en 2015, la Argentina había producido 2,72 millones de toneladas de carne. Cuatro años después Cambiemos terminaba su gestión con una producción de 3,13 millones de toneladas. Hubo casi medio millón de toneladas más de carne.
- El stock bovino también se recuperó en ese tramo histórico. Según datos del Senasa, la Argentina que venía de perder casi 10 millones de cabezas de ganado con las intervenciones al negocio exportador del primer gobierno kirchnerista, entre 2006 y 2009, tenía a fines de 2015 un total de 51,43 millones de cabezas. En 2019 ese mismo indicador cerró en 54,46 millones. Es decir creció el stock en 3 millones de bovinos.
- Donde el presidente pudo tener algo de razón es con el peso mínimo de faena, una variable que en la Argentina está estancada desde hace muchos años por la falta de estímulos a meter más kilos de carne en los animales, que se envían muy jóvenes al matadero. No obstante, según los datos del Ministerio de Agricultura, en 2015 se faenaron bovinos con un promedio de 224 kilos y cuatro años después, al cabo de la gestión macrista, ese peso creció a 225 kilos. Solo un kilo, pero creció.
¿Cuál es el sentido de alterar los datos oficiales? Construir un relato falaz según el cual cuando el gobierno de Macri desmanteló las barreras a la exportación de carne vacuna (hasta fin de 2015 había retenciones del 15% que luego se eliminaron, y cada embarque que salía debía tramitar un complejo ROE o permiso de exportación, también derogados), hubo un retroceso de los principales indicadores ganaderos.
Es falso eso. Lo dicen las estadísticas.
La verdad que la política pro exportadora de Cambiemos provocó una mejoría de los indicadores de ese negocio, salvo en un par de casos. Un ejemplo es que en ese lapso cayó fuerte el consumo promedio de carne vacuna, de 58 kilos anuales a poco más de 51 kilos (hoy está en 45 kilos). La explicación fue que la exportación se elevó de magras 198 mil toneladas en 2015 a 845mil toneladas cuatro años después. Se fue más carne afuera, pero eso significó que las divisas del sector saltaran de 860 millones de dólares a 3.108 millones.
Tratando de chicanear a Macri, Alberto enfatizó que lo único que creció en ese periodo fue “el precio de la carne, que pasó de 250 a cerca de 800 pesos el kilo de asado para tomar un ejemplo”.
Eso es cierto, Alberto: subió mucho la carne, sobre todo después de la gran devaluación del pesos, sucedida en medio del proceso electoral que lo colocó a él en el gobierno. En la próxima nota habría que comparar esa suba con la de otro conjunto de bienes de la economía, que aumentaron eso mismo o quizás más todavía.
No se gasten en tanto comentario, ni en tanta acreditación estadistca; SON BÁSICOS, no se les cae una idea.
Sube la carne o escasea la misma, entonces no se exporta más para que sobre en el mercado interno y baje su precio….
Con onestidad y un buen equipo en Argentina no se tardaria mucho tiempo ser un país como como fuimos alguna vez , eso se lograria con pocas reglas vacícas y sentido comun pero lamentablemete con la mayoría de los politicos que tenemos no lograremos conseguirlo.