El Presidente de la Nación, Alberto Fernández, habló esta mañana y justificó a medida de cerrar las exportaciones de carne durante 30 días. Quedó claro que en la reunión con los grandes frigoríficos exportadores del ABC, este grupo de empresas de tradición exportadora le echó la culpa de los aumentos a otro sector de frigoríficos, llamados consumeros, que se han volcado últimamente a exportar a China.
No descartó cupos ni mayores retenciones, y dijo compartir esas recetas con los propios frigoríficos exportadores.
“La charla con los exportadores fue buena. No les gustan las soluciones pero entienden. Yo les pedí: Ayúdenme a poner en orden el mercado interno y abrimos las exportaciones. No queremos que se vuelva un problema para los argentinos”, dijo Fernández en diálogo con Gustavo Sylvestre por Radio 10.
Acerca de la evolución de los precios de la carne el presidente declaró que “se desmadró”. Según la estadística disponible, la carne en el mostrador subió en promedio cerca del 65% en los últimos doce meses, varios puntos por encima de la inflación.
“Cuando uno mira lo que sucedió en el 2015 y el escenario que recibimos en 2019, uno se da cuenta que se le dio total apertura al sector, y no aumentó la cantidad de toneladas faenadas, no aumentó tampoco la cantidad de cabezas y cada vez es menor el peso del novillo que se faena. Lo único que aumentó fue el precio de la carne que pasó de 250 a cerca de 800 pesos el kilo de asado para tomar un ejemplo”, disparó el presidente, justificando su decisión.
Durante la charla que mantuvo con los exportadores, según su propio relato, el mandatario manifestó que “dijeron dos o tres cosas muy interesantes; ideas tales como que sólo puedan exportar los frigoríficos que se han dedicado a la exportación, que tienen condiciones sanitarias que los hacen distintos a los otros. Y terminar con los exportadores que exportan carne como exportan camisas. Para poder ser exportador de carne hay que cumplir ciertos requisitos, circunscribir a ellos y volver a los consumeros que son los que siempre produjeron para el mercado interno”.
En este punto, Fernández admitió que “ha sido una gran tentación la aparición de China comprando carne porque pagan precios muy altos y para todos se vuelve una oportunidad única”.
En referencia al mercado de Liniers, Fernández declaró que también hay que ordenarlo. “Hoy en día muchos de esos exportadores que venden a China van y compran en Liniers, y entonces en China hoy se venden vacas para consumo interno y se venden vacas para exportar. ¿Pero qué precio prevalece? El de exportación, porque es el que más paga. Eso solo ya tergiversa el precio del mercado interno porque no es lo mismo comprar una vaca para faenar y vender en una carnicería de barrio que comprar una vaca para venderla a China que paga mucho más”, enunció.
En cuanto a las cadenas de supermercados, Fernández manifestó que estos “solo representan el 25% al 30% de lo que se venden de carne, es decir, es un número relativamente bajo y además ellos respetaron y cumplieron los acuerdos de precios. Por eso me parece que el tema no esta ahí.
Consultado acerca de si habría que poner retenciones más altas a la carne, Fernández dijo que “es una alternativa pero no sabemos por la diferencia tan grande de precios que hay, si con eso es suficiente. Hay una diferencia tan enorme de precios que uno se pregunta: ¿De cuánto tendría que ser la retención? Tendrían que ser altísimas”
La otra opción que Fernández comentó que se barajó en la reunión que mantuvo con los exportadores es poner cupos para abastecer primero el mercado interno. “Esa es otra alternativa y ellos mismos me lo plantearon. Pero lo que tenemos que hacer acá es volver a poner el precio de la carne en sintonía con la capacidad de compra en Argentina y no con la capacidad de compra de quien compra en el exterior”.
“No es verdad que la apertura y la libertad favorezcan a los mercados; esto favorece siempre a los mas poderosos, en este caso al que produce. Es cierto que en el medio hubo un boom que fue el ingreso de China como demandante de carne. Es cierto que hoy el 75% de lo que se exporta va a ese país. Lo que también pasó es que la demanda fue tan grande y el precio internacional subió tanto, que esos precios empezaron a competir con los precios del mercado interno”, remarcó Fernández.
El presidente describió que “hay exportadores que compran carne y la exportan, y que todo eso genera una tensión en los precios internos que ya no se aguantan mas; no podemos ver como la carne crece mes a mes sin ningún justificativo porque lo mas llamativo es que crece el precio de la carne y baja el consumo de carne; no es que el precio sube porque la demanda crece; entonces hay menos carne para repartir”.
Según Fernández, “la demanda baja. Hoy estamos consumiendo el nivel mas bajo de carne per cápita y crecen los precios sin parar. ¿Por qué crecen si no los estamos demandando? Eso tenemos que corregirlo. Tenemos que poner orden en quienes exportan y tenemos que poner orden el mercado de Liniers. No es posible que en Liniers se venda carne para el mercado de exportación porque eso tergiversa los precios en el mercado interno”.
Me juego la cabeza que esto es una maniobra del gobierno nacional para desalentar la producción de carne e inducir una nueva sojización. Con la soja a U$S 600, las retenciones son una mina de oro para los fondos de la corrupción.
Perdónenme, pero me voy poniendo cada vez mas viejo y desconfiado, y con un dólar colorado como Basterra de ministro…