Esta semana el informe de evolución de cultivos publicado por el organismo oficial Companhia Nacional de Abastecimiento (Conab) de Brasil proyectó una cosecha total de maíz en esa nación de 106,4 millones de toneladas.
Pero el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), en el informe mensual de oferta y demanda global de productos agrícolas, desafió ese pronóstico para proyectar una cosecha brasileña bastante inferior.
“El USDA estima la producción total de maíz para la campaña comercial 2020/21 en Brasil de 102,0 millones de toneladas, una cifra 6% menor que la prevista el mes pasado y similar a la cosecha récord lograda el año pasado”, indicó un informe del organismo estadounidense,.
El documento del USDA indica que la cosecha de maíz temprano –que se encuentra en curso– sería de 24,5 millones de toneladas, una cifra que está en línea con la previsión de la Conab.
“La cosecha de la temporada tardía (safrinha) se sembró con un retraso significativo desde enero hasta mediados de marzo debido al retraso de la cosecha de la soja. La siembra en fecha óptima es fundamental porque el maíz de segunda sembrado temprano tiene más tiempo para beneficiarse de las lluvias estacionales durante las etapas reproductivas”, explica el informe.
Pero, mientras que las regiones maiceras del norte y oeste de Mato Grosso recibieron suficientes lluvias, el sur de Mato Grosso y los estados de la región centro-sur (particularmente Mato Grosso do Sul y Paraná) están experimentando condiciones de sequía con lluvias por debajo del promedio histórico desde finales de marzo.
“Tanto el porcentaje de verdor estacional promedio (PASG por sus siglas en inglés) como el índice verde (NDVI) reflejan un pobre desarrollo de cultivos en esas áreas que comprenden un gran porcentaje del área de maíz tardío.
Con aproximadamente la mitad de la cosecha en etapas reproductivas sensibles, el rendimiento previsto para esta cosecha se redujo este mes”, explicó el USDA.
La diferencia entre ambas proyecciones no es poca cosa: se trata de más de cuatro millones de toneladas en un contexto en el cual cada millón de toneladas cuenta en un contexto de escasa reservas inmediatas con elevadísima presión de demanda internacional del cereal.