El gobierno nacional, a través del Ministerio de Transporte, quiere que este año se apruebe en el Congreso una ley de “alcohol cero”, que prohíbe a los conductores de todo tipo de vehículos con motor circular conducir con cualquier concentración de alcohol en sangre superior a cero.
El proyecto, impulsado por el diputado Facundo Moyano con el respaldo del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, propone modificar la Ley de Tránsito vigente para llevar a cero el actual mínimo permitido de alcohol en sangre de 0,5 gramos/litro para conducir en las rutas nacionales.
Frente a tal iniciativa, la industria vitivinícola se manifestó en contra. Lo hizo dividida, como está desde hace un tiempo, pero cohesionada a la hora de reclamar antes las autoridades.
Por un lado las quejas llegaron a través de un comunicado que lleva la firma de doce cámaras y asociaciones del sector, el cual fue remitido a todos los legisladores de las provincias vitivinícolas. Son los que todavía consideran que la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) es el ámbito adecuado para dar estos debates.
“El vino es parte de la cultura y de la alimentación saludable de los argentinos. La tolerancia cero es una medida demagógica que, lejos de cuidar a las personas, deja libre la mesa de los argentinos al avance de las bebidas industriales edulcoradas con productos nocivos para la salud, como es el jarabe de maíz de alta fructuosa”, advirtió José Alberto Zuccardi, presidente de la Coviar.
“Estamos a favor de endurecer las penas para todos aquellos que violan las normas de tránsito, pero estamos convencidos de que este proyecto de ley de tolerancia cero no es la forma de lograr reducir los siniestros viales”, añadió por medio de un comunicado.
Esta semana Coviar organizó una reunión en La Enoteca de la ciudad de Mendoza, donde se congregaron –tanto de manera presencial como virtual– unos cincuenta dirigentes, empresarios y legisladores nacionales de distintas fuerzas políticas que representan a las provincias de Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca y Río Negro. Varios diputados y senadores prometieron que rechazarán la iniciativa.
Entre las entidades que se oponen al proyecto se encuentran la Asociación de Bodegas de Salta, Asociación de Cooperativas Vitivinícolas, Asociación de Viñateros de Mendoza, Cámara Argentina de Vinotecas y Afines, Cámara Argentina de Vinos a Granel, Cámara de Productores Vitícolas de San Juan, Cámara Riojana de Productores Agropecuarios, Cámara Vitivinícola de San Juan, Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Consorcio de Productores y Bodegas de Catamarca, Federación de Cámaras Vitícolas de la República Argentina y Unión Vitivinícola Argentina.
Pero, por otro lado, nueve organizaciones vitivinícolas, entre las que figuran Bodegas de Argentina y varias entidades de productores viñateros, salieron con su propio pronunciamiento desde la llamada Mesa Nacional Vitivinícola. Ese bloque consideró que es mejor controlar a prohibir.
“Si bien es indudable los riesgos que conlleva el abuso del alcohol a la hora de conducir, estamos convencidos que la mejor manera de prevenir accidentes es por medio de la realización de mayores controles de alcoholemia a lo largo de todo el país. Actualmente siete provincias argentinas tienen leyes de alcohol cero. No obstante, los accidentes viales vinculados al abuso del alcohol continúan existiendo”, fue su razonamiento.
Mesa nacional vitivinicola
“Esta es la quinta o sexta vez me toca enfrentar proyectos de esta naturaleza. Con el pretexto de la seguridad, donde todos estamos de acuerdo, estamos perjudicando a una industria que tiene que ser próspera y fuente de trabajo y desarrollo para las provincias”, aseguró el diputado nacional por San Juan, José Luis Gioja, durante el evento organizado por Coviar.
En tanto el diputado por Mendoza, Omar De Marchi, dijo que avanzar en la tolerancia cero “no es viable ni sensato”, al tiempo que la mendocina Marisa Uceda remarcó que “la herramienta de tolerancia cero es inaplicable y no existe porque es imposible calibrar un alcoholímetro para que de cero”.
“Es momento de sintonía fina frente a un problema grave. No se puede avanzar en este tipo de presuntas soluciones generales que no son efectivas y afectan a las economías regionales”, agregó el senador por La Rioja, Julio Martínez.
Por su parte, Alfredo Cornejo, diputado por Mendoza, señaló que “está comprobado que en ningún caso la tolerancia cero ayudó a bajar la siniestralidad vial. Hay evidencias científicas y estadísticas al respecto. En Mendoza, la tasa de accidentes bajó pero no porque se modificó el límite de 0,5 gramo/litro sino porque se endurecieron las penas y se incrementaron los controles”.