Hace años que la producción de carne porcina viene creciendo en la Argentina. Pero los empresarios del rubro creen que el salto podría ser mayor si se toman algunas medidas planteadas en el plan estratégico 2020-2030, ya diseñado por el sector privado y que presentarán en breve en sociedad.
Adolfo Franke, el presidente de la Asociación de Productores de Porcinos (AAPP), explicó a Bichos de Campo cuáles son los objetivos y ejes sobre los cuales se apuntalaría el desarrollo de la actividad. “Tenemos metas ambiciosas. Nos planteamos una tasa anual de crecimiento entre 2020 y 2030 de 11%, que es un ritmo parecido al de 2008-2018”, indico.
En rigor, la producción de carne de cerdos en 2008 fue de 274 mil toneladas res con hueso, y diez años más tarde llegó a las 670 mil, lo que implicó un incremento de 125%.
Con este plan, en función de la tasa de crecimiento allí proyectada, los empresarios esperan en pocos años más poder duplicar la producción actual, llegando hacia 2030 a las 1,2 millones de toneladas. Este volumen de oferta permitiría llevar el consumo de carne de cerdo de los 14,3 kilos alcanzados el año pasado a unos 26 kilos por habitante/año. Por supuesto que también habría un fuerte salto en exportaciones.
Escuchá la nota con el presidente de la AAPP:
Todo esto sin el aporte del menoscabado plan para instalar mega granjas porcinas para proveer a China, una iniciativa de la cual se ha dejado de hablar, pues el trámite para generar un marco inversor adecuado ha quedado congelado por decisión de ambos gobiernos.
Esta situación no detiene a los privados sino todo lo contrario. El crecimiento esperado en los próximos años, según Franke, “implica la creación de mucho empleo, serían 93.000 nuevos empleos”. Pero el titular de la AAPP también aclaró que el plan proyectado “requiere de 2700 millones de dólares en inversiones y un crecimiento fuerte en las exportaciones”.
Para lograr tamaños objetivos el empresario indicó que se requieren de por lo menos tres medidas.
En primer lugar, Franke dijo que se necesita “financiamiento, porque hay ya muchas inversiones en la gatera”. Por eso están solicitando líneas crediticias con tasas bajas.
En segundo lugar se requiere resolver el conflicto por el diferencial de IVA, ya que actualmente se paga por los gastos para las inversiones del sector el 21%, pero al momento del recupero de ese tributo el IVA en la venta baja a 10,5%. Esto provoca que el saldo técnico de IVA queda en poder de la Afip. Cuando se recupera, inflación mediante, implica una fuerte pérdida de ingresos.
Otro punto a desarrollar fuertemente es la apertura de mercados para colocar la mayor oferta de carne porcina que no pueda absorber el consumo interno. Al respecto, Franke dijo que se estaba ya trabajando con el Senasa, que además debería lograr la autorización de más plantas para atender a esos mercados.