El gobierno de España inició en las últimas horas el sacrificio de los más de 1.600 terneros. Los animales permanecían en el barco Elbeik y allí morirán. El buque está atracado en el puerto de Cartagena (Murcia) luego de haber navegado cerca de tres meses sin rumbo fijo y sin poder descargar. Es que la carga fue rechazada con argumentos sanitarios por los países árabes, principales demandantes de este tipo de envíos.
Es un caso que expone la debilidad del comercio de animales vivos y la utilización de la sanidad como barrera comercial. También pone en tela de juicio este tipo de negocio al que hay sectores ganaderos de la Argentina que proponen subirse. En España ya ha habido manifestaciones pidiendo su prohibición.
La matanza masiva de vacunos, según dijeron fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y de la propia naviera a la agencia Efeagro, arrancó el jueves por la mañana y se prolongaría varios días, Es que ya hubo un caso similar que sirvió como experiencia previa: el sacrificio de 900 terneros de un buque llamado ‘Karim Allah’, en semejantes circunstancias, llevó casi cuatro jornadas.
En esta ocasión, el navío atracado en el puerto de Cartagena había partido hace tres meses de Tarragona con la intención de vender los animales, primero en Turquía y luego en Libia. Pero estos países denegaron la descarga de la carga al sospechar que salieron de España enfermos de lengua azul. Esto ha sido desmentido enfáticamente por la asociación de productores de vacunos (Asoprovac) y por el propio gobierno español.
El buque regreso a aguas españolas recién el pasado 14 de marzo. La administración española ordenó su entrada en el puerto de Cartagena, donde se llevó a cabo una inspección veterinaria y de salubridad de los animales y las instalaciones del buque.
Tras esa inspección, el MAPA resolvió que los animales no se encuentran en condiciones de soportar nuevos traslados y que debían ser sacrificados lo antes posible. El informe sanitario y de bienestar animal concluía que los vacunos habían soportado un viaje “prolongado en malas condiciones y gran compromiso de su bienestar”.
En líneas generales, los veterinarios apreciaron una “evidente” pérdida de peso que, “en casos extremos, llegaba a la caquexia” (máxima desnutrición); problemas oculares, dermatológicos y motores.
¿Y por qué no fueron descargados de nuevo en España, su lugar de origen? Porque la Ley de Sanidad Animal española, amparada en la normativa de la Unión Europea, prohíbe la importación de animales vivos en territorio comunitario procedentes de países terceros no autorizados.
“En el caso de que no lo hubiera iniciado, en los próximos días, a partir del jueves, día 25 de marzo será la Administración la encargada de llevarlo a cabo de forma subsidiaria”, decretó el Ministerio. Es lo que está sucediendo ahora.
Las empresas propietarias del ganado transportado por el Elbeik han lamentado la orden de sacrificar los animales explicando que la administración española ha rechazado su petición de que el ganado fuera sometido a análisis para descartar la infección por lengua azul.
Tres meses a la deriva en el buque Elbeik maltratados ,desnutridos ,agonizando para ser asesinados en el puerto de Cartagena.
Basta ,España tiene que prohibir esta crueldad#StopExportacionAnimales@LuisPlanas @mapagob @desdelamoncloa pic.twitter.com/RaSR0Ksth5— maite (@maitegg11) March 25, 2021
Como sea, esta episodio abre un debate sobre el comercio de animales vivos, que ha crecido mucho en los últimos años debido a la alta demanda desde los países árabes. La Argentina tiene abierto un expediente en el Senasa para ver si se aprueba esta modalidad de comercio, reclamada por muchos sectores productivos. En Brasil y Uruguay, otros dos países ganaderos del Mercosur, ya se practica el comercio de bovinos en pie desde hace rato.
El debate estalla porque el caso de la destrucción de la carga del Elbeik es prácticamente idéntico a otro sucedido hace dos semanas con el buque Karim Allah.