El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) habilitó a los productores agropecuarios a utilizar una serie de insecticidas y sus mezclas para enfrentar la plaga de la langosta sudamericana, que ya está afectando una serie de cultivos comerciales en las provincias del norte del país, informó la agencia Télam.
Según la Resolución 864-E/2017, publicada en el Boletín Oficial, los principios activos autorizados para realizar las aplicaciones contra la langosta son Cipermetrina, Deltametrina, Lambdacialotrina, Diflubenzuron y Fipronil. El organismo que comanda el plan sanitario ante la reaparición de las mangas de langostas aclaró que estas familias de agroquímicos han sido habilitadas “en forma provisoria y de manera excepcional” hasta el 31 de agosto de 2019.
El Senasa efectuó una serie de disposiciones adicionales para evitar accidentes o consecuencias no deseadas de estas aplicaciones. Por un lado estableció en un anexo a la resolución las “dosis de eficacia agronómica” de dichos agroquímicos en relación a la plaga. También dictó una serie de recomendaciones para su uso en diferentes áreas rurales, ya sean zonas con cultivos o zonas comunes como banquinas o vías férreas.
Por otro lado, el organismo aclaró que “en el caso de zonas urbanas los controles deben realizarse con productos domisanitarios autorizados para tal fin”.
En los últimos días, dirigentes de la Asociación de Productores del Norte (Apronor) y otras entidades agropecuarias advirtieron sobre un recrudecimiento de los ataques de esta plaga, ya no sobre montes naturales sino sobre áreas cultivadas con arándanos, soja, caña de azúcar y maíz. Se trata de episodios aislados, pero la situación podría empeorar si finalmente se puede completar la superficie prevista de siembra de granos gruesos en la región, actualmente bastante demorada por la escasez de lluvias.
El propio Senasa reconoció en los últimos días que la región del NOA, conformada por Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Tucumán, es la que presenta mayores complicaciones en la actualidad, ya que la langosta presenta allí un “nivel alto”, pues se ha verificado la presencia de “voladoras” con capacidad de trasladarse muy rápidamente y realizar graves daños sobre los cultivos.
En su nueva resolución, el Senasa recuerda que las aplicaciones dentro del perímetro de las explotaciones agropecuarias serán responsabilidad de los propios productores o encargados. Y recuerda que se debe permitir el paso de los agentes oficiales en caso de que éstos decidan ingresar a un predio para realizar un monitoreo de la langosta o realizar una fiscalización.