Con una inversión de ochenta millones de pesos, la empresa riojana Valle de la Puerta está avanzando en la puesta a punto de la fábrica para producir pellets para calefacción de hogares e industrias. La producción comenzará en octubre y ya ha despertado interés no sólo a nivel nacional, sino también desde Chile.
“La producción comenzará en octubre y permitirá aprovechar cinco millones de kilos de residuos que se generan luego de la poda de olivares”, anticipó Julian Clusellas, presidente y CEO del establecimiento Valle de la Puerta, que elabora más de 1400 toneladas de aceite de oliva por año en el Valle de Famatina de La Rioja.
Los pellets se fabricarán con aserrín prensado obtenido de las podas de los olivares y servirán como combustible natural con un alto poder calorífico (ideal para zonas sin acceso al gas natural por su bajo costo). La planta elaboradora de pellets tendrá un 98% de componentes nacionales.
“La empresa se acercó al Laboratorio de Biocombustibles de INTI en Tucumán para solicitar asistencia técnica en la evaluación de los procesos, maquinarias, proveedores y para validar las calidades de los residuos olivícolas para su posterior selección”, detalló Martín Rearte, jefe del Departamento de Energías Renovables del Instituto. “Además, estamos analizando diferentes tipos de aditivos para lograr la mayor confiabilidad del producto y otorgar la Certificación de Biocombustibles”, agregó por medio de un comunicado.
Como estrategia para extenderse en el mercado local, Clusellas detalló que está trabajando junto al INTI con empresas metalmecánicas para fabricar estufas que utilicen pellets como insumo.
“Además, estamos tejiendo alianzas tanto con autoridades nacionales como provinciales, para impulsar la utilización de este tipo de calefacción y sustituir los equipos a GLP (gas licuado del petróleo)”, remarcó. La empresa también se está preparando para exportar, principalmente a Chile, donde la quema de leña está restringida.
“Con la tecnología como aliada, el alcance de los biocombustibles en Argentina no tiene techo. Queremos ser un caso testigo para que otros fruticultores y olivicultores se animen a seguirnos”, concluyó Clusellas.
Sabores y Saberes: Javier Collovati, un hacedor del vino riojano y también de caminos