Los precios del contrato Soja Mayo 2021 en el mercado estadounidense CME Group subieron hasta alcanzar un máximo de 524,6 u$s/tonelada el pasado 14 de enero para luego comenzar a descender a partir del ingreso de la cosecha brasileña a la plaza internacional.
Sin embargo, en los últimos días comenzaron a recuperarse en línea con el temor de que EE.UU. se quede sin stock de soja antes del ingreso de la nueva cosecha en septiembre próximo. Hoy martes ese contrato terminó en 517,5 u$s/tonelada.
Si bien en la Argentina el contrato equivalente –Soja Rosario Mayo 2021 Matba Rofex– siguió el mismo recorrido que su primo estadounidense, no logró recuperarse con el mismo ímpetu, con lo cual la brecha existente con el “pico” logrado el pasado 14 de enero es mucho mayor.
Hoy martes la Soja Rosario Mayo 2021 terminó en 327,5 u$s/tonelada, un precio muy superior al presente al momento de planificar la campaña de soja en el tercer trimestre de 2020, pero lejano a los 347,5 u$s/tonelada alcanzados el 14 de enero.
Lo que sucedió en el medio de esas dos “puntas” es la implementación de un “fideicomiso aceitero”, financiado con aportes del sector agroindustrial, destinado a subsidiar el precio mayorista de los aceites refinados de soja, girasol y sus mezclas en envases de hasta cinco litros que se comercialicen este año en el mercado interno.
Se trata, supuestamente, de un aporte “voluntario” del sector aceitero argentino, aunque en los hechos es una intervención indirecta del gobierno argentino en el mercado oleaginoso.
Si bien el cálculo del aporte forzoso que hará la industria aceitera se instrumentará en función de las registraciones de exportaciones de harina, pellets y grano sin procesar de soja y girasol, las compañías aceiteras se comprometieron a integrar al menos un total de 190 millones de dólares hasta el 31 de enero de 2022.
Vale recordar que la intervención generada por el fideicomiso aceitero se suma al derecho de exportación del 33,0% sobre el valor FOB del poroto de soja y a la “retención cambiaria” instrumentada por el “cepo cambiario oficial”.