Si bien el trigo argentino tiene un derecho de exportación del 12,0% del valor FOB, el valor del cereal cotiza como si tuviese una retención efectiva del 15% a pesar de la fortaleza que registra el producto en el mercado internacional.
El principal motivo detrás de ese fenómeno es que el principal comprador ya adquirió prácticamente todo lo que necesita de trigo para la presente campaña comercial. A la fecha los exportadores registraron Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de trigo 2020/21 por 9,28 millones de toneladas, de las cuales –según el último dato oficial disponible– habían comprado 8,77 millones al pasado 10 de febrero.
Los productores que aún no vendieron trigo dependen ahora de la fuerza de la demanda molinera, que muestra reacia a convalidar precios elevados porque debe subsidiar –con su propio bolsillo– el programa de precios máximos (“Precios Cuidados”) implementado de manera forzosa por el gobierno nacional.
Hoy viernes el contrato de Trigo Rosario Marzo 2021 del Matba Rofex, correspondiente a mercadería condición cámara, finalizó en un valor de 217,0 u$s/tonelada, cuando el FAS teórico para esa posición se ubica en torno a 225,0 u$s/tonelada.
A diferencia de lo que sucede con la soja y el maíz, la dinámica comercial del trigo depende en buena medida de la demanda interna, con lo cual las variables internacionales no tienen una correlación directa con los precios internos del cereal.
De aquí en más la puja comercial entre productores y molinos será el factor preponderante en la formación de precios, tanto del trigo convencional (condición cámara) como especialmente de las partidas segregadas con diferentes calidades panaderas.