Victoria para una movida de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, que hace años viene alertando que cadenas de supermercados comercializan cortes importados congelados de carne de cerdo como si se tratase de mercadería refrigerada.
Las secretarías de Calidad en Salud y de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, por medio de la resolución conjunta 5/2021, dispusieron que a partir de ahora la carne refrigerada que haya sido descongelada deberá rotularse con la denominación “Carne (indicando la especie) descongelada” en “caracteres de uniforme tamaño, realce y visibilidad, sin otra indicación que pueda dar lugar a confusión acerca de su naturaleza en referencia a las carnes frescas”.
Además, en los rótulos de los productos descongelados deberá incorporarse la leyenda “No recongelar” o “No congelar” y establecer una durabilidad máxima del producto descongelado de tres días, siempre y cuando, claro, la fecha de vencimiento no exceda la presente en el rótulo original del producto.
Los cortes descongelados comercializados como “frescos” constituyen un riesgo sanitario para la población porque, si bien un corte fresco puede congelarse, uno descongelado no debería volver a pasar por ese proceso para evitar una eventual contaminación.
En 2020 –según datos oficiales– se importaron 22.497 toneladas (peso producto) de carne porcina en la Argentina, la mayor parte proveniente de Brasil, mientras que una proporción menor tuvo origen en la Unión Europea. Se trata de una cifra que representa alrededor de un 4% de la producción argentina de carne porcina registrada el año pasado. La mayor parte de los cortes importados se comercializan en cadenas de supermercados.