María José Bolgeri es doctora en Ciencias Naturales y coordina los trabajos de WCS Argentina y AGA en el sur de Mendoza. WCS son las siglas en ingles de Wildlife Conservation Society (Sociedad de Conservación de la Vida Silvestres). Es una ONG internacional, dedicada a la conservación de la fauna silvestre, los paisajes silvestres del mundo y las personas y comunidades que lo habitan. Tiene programas en unos 60 países y un programa marino.
–¿Cómo nació el proyecto de perros protectores de ganado?
-Trabajamos promoviendo herramientas que colaboren en la protección del ganado frente a los depredadores silvestres y, a la vez, protejan a los carnívoros silvestres. Hace unos 15 años que estamos en Patagonia. Comenzamos a implementar el uso de perros protectores de ganado de raza mestiza en 2005 y lejos de ser algo inventado por nosotros, lo que hicimos fue poner en práctica una costumbre utilizada antiguamente y perdida en estos tiempos en la región (y utilizada hace más de 6000 años en Europa).
-¿Qué perros utilizan?
-En esos años utilizábamos cachorros provenientes de padres con ciertas características importantes para el trabajo de protección de ganado. Principalmente líneas de sangre que no tuvieran desarrollo de instinto de persecución (como los Border Collie), o de caza (como los galgos). Esos cachorros eran entregados a los productores para que ellos los críen junto a las chivas o las ovejas, con el acompañamiento técnico y sanitario nuestro. La cría de los cachorros, a los pocos días de nacidos, junto al ganado es la clave para generar vínculos sociales entre dos especies distintas pero que en el futuro se reconozcan como iguales, esto en biología del comportamiento se llama impronta. A partir de querer mejorar la experiencia con los perros mestizos, en 2018 nos planteamos intentar incrementar el éxito del proyecto mejorando dos puntos clave: la introducción de perros con genética específica para esta tarea y la cría controlada durante los primeros meses (o sea encargarnos del proceso de impronta).
-¿Se usan para proteger al ganado del puma y algo más?
-Los perros protectores de ganado (PPG) protegen a su grupo de animales de cualquier elemento que ellos perciban como una amenaza de forma directa como lo puede ser un puma, un zorro, otro perro o una persona extraña. Y también indirectamente, a partir del marcaje del territorio con sus heces y orina, protege de todos los carnívoros que se crucen o compartan su territorio. Digo indirectamente porque lo más probable es que no haya contacto entre ellos, ni siquiera visual.
-¿Todos los perros fueron entrenados en el centro de WCS y la Alianza del Gato Andino?
-No, en 2018, mis compañeros de AGA Chile, del proyecto de Mitigación de Conflictos, cruzaron la cordillera en dos oportunidades para dejarnos las dos perras criadoras madres que tenemos y 3 cachorros listos para ser entregados a los productores, los cuales se encuentran trabajando perfectamente en la actualidad. Luego, en el criadero de WCS-AGA obtuvimos dos camadas, una en 2019 y otra en 2020, lo cual permitió tener otros 4 adultos trabajando y 5 cachorros de 5 meses, ya en sus puestos, comenzando sus labores con muy buenos comportamientos.
-¿Es sólo en Mendoza y Neuquén? ¿Hay proyectados otros lugares?
-Por ahora cubrimos el sur de Mendoza y norte de Neuquén que es el paisaje de conservación donde nosotros tenemos presencia en cuanto a este criadero. Hay mucha demanda, somos muy cuidadosos con el bienestar de las dos hembras criadoras por lo que tienen un largo periodo de descanso entre cría y debemos tener asegurado el presupuesto, que es otro trabajo paralelo y del que no podemos prescindir antes de pensar en cubrir a las hembras. Tal vez, más adelante, salvadas las urgencias en estos sitios y teniendo los fondos necesarios podamos llegar a otros sitios con iguales problemas de conservación. De todos modos, en el marco de las tareas de WCS Argentina que desarrollamos en Península Valdés bajo la dirección del Dr. Ricardo Baldi de IPEEC-CONICET, también se trabaja con perros protectores pero provenientes de un criadero privado de la isla Grande de Tierra del Fuego.
-¿Cómo fue la recepción de los productores’
-Nosotros contamos con la ventaja de estar trabajando hace muchos años en el área por lo que una barrera esta salvada, que es la de entender quiénes somos y cuáles son nuestros objetivo. Por otro lado, donde el problema con la depredación es importante la gente ya está entendiendo que la caza de control no resuelve nada porque al poco tiempo aparece nuevamente el problema y eso ya lo vienen experimentando desde hace varias generaciones. Eso permite que adopten esta alternativa, muchas veces como el último recurso que les queda para mejorar la producción y reducir sus pérdidas. Percibimos que la aceptación es mayor también porque van observando buenos resultados en productores vecinos.
-Si hubo resistencias, ¿cuáles son las más comunes?
-Que el perro no sirve por la falta de agua, por lo escarpado del terreno, porque no puede caminar tanto como el ganado o porque las personas están por varios días sin ver a los piños o majadas. De todas estas razones la más concreta es que si las personas no pueden ver a los PPG con cierta frecuencia para asegurarse que esté bien (incluyendo agua y comida), eso implica un riesgo grande para el bienestar y la supervivencia del perro. Sobre lo del tipo de terreno o relieve, es algo que evaluamos en forma previa en base a la experiencia acumulada, pero es factible que existan ciertos ambientes de alta dificultad para el trabajo de estos perros.
-¿Los productores deben pagar por los perros?
-Sí, pero es un pago simbólico al cual consideramos como un indicador de su interés y compromiso en lo que implica participar de este proyecto. El monto es menor al costo que dos bolsas de alimento balanceado de buena calidad pueden tener en el mercado, y nos lo empieza a pagar cuando el cachorro empieza a salir al campo, buscando que lo haga con convencimiento y con entregas parciales en la medida de sus posibilidades. El pago de ningún modo es un limitante para el/la productor/a que realmente tiene problemas graves de depredación por carnívoros. Otros criterios que resultan importantes a la hora de elegir a quienes reciben un cachorro de perro protector son que el/la productor/a, se encuentre en sitios de interés para la conservación por presencia de gato andino, cóndor andino, una comunidad diversa de carnívoros o estén dentro o limitando con áreas protegidas provinciales o nacionales. También prestamos atención a las inquietudes que pueden tener en cuanto a desarrollar la ganadería de una forma más amigable con el ambiente.
-¿Los perros se entregan castrados? ¿Reciben una alimentación especial?
-Sí y cada cachorro entregado cuenta con el bienestar animal correspondiente, es entregado con la libreta sanitaria completa y se recuerda al propietario sobre su calendario sanitario. Se hace mucho hincapié en la buena alimentación del PPG para que finalice de forma saludable su desarrollo y pueda enfrentar los desafíos de su labor. Esto también es un aprendizaje para el/la productor/a porque no deben comer nada de carne (para que no huela rico lo que deben cuidar) y le deben dar alimento balanceado de alta calidad, algo que no es muy frecuente en el campo.
–¿Usted percibe un genuino y creciente interés por usar métodos que no maten al puma? ¿A qué cree que se debe? ¿Mayor conciencia ambiental?
-Creo que los resultados van demostrando que las herramientas no letales (luces disuasivas/PPG) para evitar los ataques de los depredadores son más efectivos que otros métodos letales que se han usado durante décadas. O sea, el/la productor/a ve que su vecino/a tuvo menos pérdidas de ganado por depredación gracias al trabajo del PPG o por tener luces disuasivas en su corral y además invirtió menos tiempo en perseguir a los carnívoros a campo. Entonces ese productor/a se interesa por la herramienta. Pero si estas herramientas no son implementadas con un acompañamiento técnico donde se trabaje con las familias el compromiso de no utilizar veneno o trampas, de asegurar el bienestar de los PPG y contarles sobre el peligro de desaparecer que algunas especies nativas enfrentan, o que logren entender que ellos hoy pueden acceder a este apoyo gracias a que están en un sitio de interés para conservar por las especies de fauna que lo habitan. Creemos que podemos lograr un cambio de actitud o de percepción hacia la fauna silvestre pero también es cierto que muchas familias tienen tantas necesidades básicas sin cubrir que es difícil poder pedirles conciencia ambiental en el sentido urbano tradicional.
-¿Cuántos productores hay involucrados?
-Hoy hay 12 familias con PPG y 10 familias con luces disuasivas en los corrales o rodeos. En la experiencia con perros protectores mestizos que realizamos entre los años 2005 a 2013 trabajamos con 45 productores. Y algunos de estos productores han continuado criando PPG mestizos por su cuenta.
-¿Con qué resultados hasta el momento?
-Los resultados de los PPG son preliminares porque recién ahora los primeros 7 PPG que entregamos están llegando a la adultez, donde se espera que desarrollen su comportamiento pleno como perros protectores. Sin embargo, el 100% de los productores/as están conformes con el trabajo de sus PPG, la depredación promedio anual se redujo de 37,7 animales a 10,9 con 12 meses de presencia del PPG. Y las personas no utilizaron trampas ni veneno ya que teniendo un PPG es un riesgo de envenenamiento para el perro.
Con las luces disuasivas los resultados también son alentadores porque de un promedio anual de 10,4 animales depredados (en el corral o rodeo donde son colocadas) se redujo a 2 animales. Lo que ocurre con estas herramientas es que solo sirven en la noche para los sitios donde duermen los animales, no durante el día. Parecerían ser más efectivas para pumas que para zorros y es muy importante desactivarlas y activarlas por períodos de tiempo para evitar el acostumbramiento del depredador y por lo tanto su eficacia con el tiempo si no son bien utilizados.
En cuanto a los perros protectores mestizos, se criaron 58 perros por 45 productores con un entrenamiento satisfactorio de 28 individuos (48% de éxito). El 89% de los productores con perros protectores reportaron reducción en ataques a ganado y 86% dejaron de cazar carnívoros nativos.
-¿Los perros se monitorean? ¿Cómo se realiza ese trabajo?
-Sí, es una parte imprescindible porque se puede tener el mejor cachorro pero si no se sabe qué hacer con él no se logrará un buen perro protector adulto. Nosotros hacemos la primera etapa del entrenamiento, que es brindar las condiciones para que el cachorro cree vínculos sociales con el ganado, o sea que sean 100% confiables para el ganado. Eso lo hacemos desde que nacen hasta los 4 meses aproximadamente. Luego de ese tiempo, el cachorros es entregado en el campo y el trabajo de finalizar el entrenamiento queda a cargo de el/la productor/a hasta los 10 meses aproximadamente (algunos PPG tardan menos tiempo, otros más). Es en ese momento donde iniciamos el seguimiento y acompañamiento para evitar que el cachorro se acostumbre a comportamientos que son indeseables para trabajar con el ganado.
-¿Cada cuánto hacen las visitas?
-Los primeros meses cada 15 días para observar la evolución de cada cachorro y asegurarnos que el final del entrenamiento sea exitoso, corrigiendo aquellas conductas que puedan ser indeseables. En esas visitas la gente nos cuenta que hace el PPG, si estuvo bien de salud, explicamos alternativas que se pueden implementar si tiene alguna costumbre a corregir, registramos eventos de depredación si los hubiera, etc. Esta interacción con la gente es la que nos permite charlar con tiempo sobre la importancia de la conservación del paisaje. Transcurrido este tiempo, cuando vemos que la gente ya sabe cómo guiar al PPG y el perro ya entiende cuál es su labor, flexibilizamos las visitas a una vez al mes hasta los 12 meses de edad. Igualmente todos los productores saben que nos pueden avisar ante cualquier eventualidad que pueda surgir. Para nosotros poner un PPG en terreno es muy costoso desde lo material y desde el tiempo de dedicación, por lo que procuramos lo mejor posible su aceptación y sus logros a futuro.
-Como parte del programa, ¿la familia receptora del perro asume el compromiso de no matar animales silvestres?
-Cada familia con un PPG se compromete de palabra a no matar carnívoros, a no utilizar trampas ni veneno, a dejarnos realizar las visitas de monitoreo y firman un consentimiento previo libre e informado donde le explicamos los detalles de nuestro trabajo y donde ellos nos autorizan a ejecutarlo, sabiendo que por un lado están implementando una estrategia que mejorará su producción pero, al mismo tiempo, están formando parte de un proyecto de conservación de fauna que pretende fomentar la coexistencia entre la ganadería y los carnívoros silvestres.
Fotos: María José Bolgeri, Marina Smith, Federico Gregorio, Agustín Gregori, Ezequiel Infantino.