El presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, cuestionó este miércoles con fuerza el proyecto de reforma tributaria anunciada por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que implicará subas en impuestos internos para bebidas con alcohol: vinos, espumantes, cervezas y sidras.
“Evidentemente no entendieron qué es la actividad productiva como la vitivinicultura que da trabajo a miles de personas, y lo peor es que se lo explicamos al ministro Dujovne y al mismo presidente Mauricio Macri”, se quejó Iannizzotto, quien es mendocino y está vinculado al sector a través de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi).
Esa entidad emitió a las pocas horas de conocidos los anuncios oficiales un duro comunicado en el que advierte que la imposición de elevados impuestos internos al vino podría acelerar la grave crisis que atraviesa esa actividad en los últimos años. “El sector vitivinícola se encuentra atravesando una fuerte baja en el consumo y un impuesto agravaría aún más la situación de los precios. Cabe recordar que cuando la actividad deja de ser rentable aumenta el abandono de viñedos. Actualmente ya hay entre 25.000 y 30.000 hectáreas ya abandonadas o semi-abandonadas y esta situación lo profundizaría”, advirtió Acovi.
Ver también: “El año que vivimos en peligro: en 2018 podría escasear el vino”
Para la entidad, sería “un gran golpe para nuestra economía regional”.
“En la vitivinicultura se trata de 100 mil familias que en forma directa trabajan en los viñedos. En total, hablamos de 385 mil empleos directos e indirectos generados en todo el país”, se recordó.
Según el proyecto de reforma impositiva, la alícuota del impuesto interno a los vinos y sidras subirá de 0 a 10% gradualmente en un lapso de cinco años; mientras que el impuesto interno en las cervezas treparía del 8 al 17% y el de los espumantes crecería de 0 a 17%. Además Economía prevé incrementar la carga tributaria a los cigarrillos y las bebidas gaseosas.
“La medida no es coherente con lo que anunció Macri, que era bajar toda la masa impositiva. Igualar el vino a las otras bebidas alternativas es un desatino y algo contradictorio que se contrapone con una política productiva”, indicó el titular de Coninagro.
Esa confederación agrupa a través de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (FeCoVitA), que es una cooperativa de segundo grado, a 29 cooperativas, integradas por más de 5.000 productores.
“La medida no está inmersa en una política productiva. La vitivinicultura es una cadena de valor muy rica para el país, al lado de otras vinculadas a un aspecto industrial que no requiere mano de obra como las gaseosas. Se comprometieron a bajar la presión fiscal, con esto hay menos empleo y actividad económica”, precisó.
“Los que toman estas decisiones no conocen las actividades productivas, lo peor es que hemos hablado con ellos y les hemos explicado”, se lamentó el dirigente cooperativo.