Uno tiende a pensar que en Santiago del Estero hay poca agricultura. Y que si la hay, hay solo soja. Pero el crecimiento de esta actividad ha sido realmente fuerte en los últimos años, a punto tal que esa provincia ya es responsable del 10% de la oferta nacional de maíz. El dato surge de un relavamiento final de la campaña 2019/20 en dicha provincia, realizado por la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA).
Dice el trabajo técnico que en Santiago se sembraron un total de 709.500 hectáreas de maíz, con un aumento interanual del 14%. Ya con la cosecha en marcha, el rendimiento promedio ponderado fue de 75,3 quintales por hectárea, nada despreciable. La tecnología y el manejo ha venido mejorando contantemente, y buena prueba de ello es que esa productividad ha sido “un 27% mayor al promedio histórico de la última década”.
En definitiva, con los números cerrados, la BCCBA informó que en Santiago del Estero “se produjeron 5.015.200 toneladas de maíz.” Con respecto al volumen nacional, la producción de la provincia representa un 9 % en la campaña 2019/20″, aunque mucho más cerca del 10% que del 9%, porque finalmente la cosecha nacional apenas superó las 50 millones de toneladas.
En base a calcular un precio disponible a cosecha para julio del 2020 de 130 dólares por tonelada, valor que disminuyó 13% con respecto a la campaña 2018/19, la Bolsa de Córdoba también determinó que esa pérdida de precio fue compensada por la suba del área maicera.
“La mayor superficie sembrada llevó a un aumento en la producción, que se tradujo en un valor bruto de la producción de 772,3 millones de dólares, con un ingreso bruto de los productores de 650,8 millones, representando un incremento de 18% y 19% respectivamente, en comparación de la campaña previa”, señaló el informe.
Resulta muy útil el siguiente gráfico para saber dónde crecen las siembras de maíz en territorio santiagueño. Para esta estimación de área sembrada mediante teledetección se utilizaron un total de 356 imágenes provistas por la Agencia Espacial Europea (ESA), proveniente del satélite Sentinel-2, fechadas entre los meses de enero y abril del 2020. Se relevaron más de 1600 lotes geoposicionados y se utilizaron datos zonales de rendimientos provistos por colaboradores calificados distribuidos en toda la geografía del área de influencia. Los datos fueron procesados en su totalidad por el equipo técnico del Departamento de Información Agronómica de la BCCBA.