El suelo es un ser vivo, y como todo ser vivo, necesita cuidados. En la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) existe una Alianza Mundial por el Suelo (AMS), que fue creada en 2011 para tal fin: cuidar el suelo.
“Viendo la problemática del suelo se analizó una alianza con los 194 países miembros de la FAO, que trabajara en la gestión sostenible del suelo”, explicó a Bichos de Campo Ronald Vargas, un experto boliviano que se desempeña como secretario general de esa Alianza global. Vargas explicó que desde esa instancia de las Naciones Unidas se encargan de emitir “directrices voluntarias para la gestión sostenible del suelo, porque cada país decide qué hacer en su territorio”.
“Intentamos atacar los 10 tipos de degradación que existen del suelo, con sugerencias y recomendaciones técnicas muy elementales. Pero sabiendo que si cada país las implementara, tendríamos menos degradación a nivel regional, nacional y mundial”, remarcó.
Mirá la entrevista a Ronald Vargas:
Para Vargas, el suelo está vinculado mucho más de lo que usualmente se piensa al cambio climático. De todos modos, esto es todavía bastante ignorado. “Cuando falta agua uno lo siente, pero cuando faltan suelos no, porque aún en estado de degradación permiten cosechar algo”, expresó.
El oficial de Suelos de la FAO manifestó que una parte de la degradación de los suelos se explica por la erosión que va causando el agua. “Cuando luego de una lluvia observan que cualquier agua de río está turbia, tengan en cuenta que esa agua se está llevando la parte más importante del suelo, que son los primeros 5 o 10 centímetros”.
Resaltó, en ese sentido, que “formar 1 centímetro de suelo puede tomar de 100 a 1000 años, dependiendo del lugar. Se pierde rápido y construirlo demanda un proceso largo”.
Los resultados obtenidos a raíz de la creación de esta alianza mundial para cuidar los suelos, son, según Vargas, alentadores. “Si comparamos de 2011 a hoy, para ver si hubo incidencia de nuestro trabajo, vimos que sí hubo respuesta positiva”, ya que “la inversión de muchos países en este cuidado se incrementó en programas e instituciones. Es decir que la etapa de concientización tuvo éxito, pero se requiere de mucho más, porque la degradación es más rápida”, advirtió.
Acerca de si los gobiernos latinoamericanos eran permeables a esta urgencia de los suelos, Vargas respondió que si. “Tenemos alianzas, y una es latinoamericana y su presidenta es de Argentina. En todo este proceso de la alianza, y tratando de posicionar el tema suelos, la región sudamericana ha sido un ejemplo”, declaró.
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De acuerdo al especialista de la FAO, el camino ideal para reparar los suelos en términos de políticas concretas en el territorio es, “primero que nada, conocer el suelo, ir al campo y tomar muestras, porque el suelo es un recurso vivo con microorganismos a los cuales muchas veces no tenemos en cuenta y son los que le dan fertilidad”.
“Después es ideal hacer un plan de manejo de suelo a largo plazo, pues de lo contrario se produce degradación”, añadió Vargas, que hizo un pedido especial a los gobiernos para respetar y considerar a los agricultores en este cruzada por defender su principal recurso.
“El agro es un trabajo físico muy demandante, y se hace al azar porque cualquier fenómeno climático te puede hacer perder la inversión y en muchos países no hay seguros agrícolas o incentivos. En ellos- los agricultores- la mirada de largo plazo es difícil, porque trabajan en algo anual y como todos, necesitan ingresos inmediatos. Hay que apoyarlos económicamente y proveerlos de incentivos para que también puedan tener una mirada diferente”, concluyó el especialista.
Sugiero una sutil modificación en el titular de esta nota:
“El Director de la alianza internacional por el suelo, Ronald Vargas, sostiene que la degradación va más rápido que la toma de conciencia”