“La única ley que había para manejarse era la Ley Provincial que del tema periurbano ni habla”, explicó el presidente del Centro de Ingenieros Agrónomos de General Villegas (CIAV), Martín Videla Dorna. Por eso, la aprobación de una normativa local regulando las aplicaciones de agroquímicos dejó tranquilos a los técnicos y productores de ese partido del oeste bonaerense, que hasta ese momento se guiaban casi a ojo con la ley provincial.
De los dos proyectos iniciales, uno de Juntos por el Cambio y otro del Frente de Todos, se llegó a la redacción de uno en forma conjunta, aunque esto no dejó a todos conformes.
El artículo que más conflicto generó fue la definición de un área de exclusión: el Frente de Todos estipulaba que debía ser de 300 metros, mientras que la oposición optó por no definirla. Después de varias consultas al CIAV, se estableció que ese primer cordón sería de soplo 40 metros.
“Estamos convencidos de que utilizando los productos que corresponde y las técnicas que hay disponibles, hoy lo de la franja es un detalle. Es más importante el control y cuidado que la franja física en sí”, señaló Dorna.
El proyecto define además un segundo cordón, o área de amortiguamiento, que será de 300 metros, aunque no fijos: podrán ampliarse en caso de chocar con un alambrado y superar así la cantidad fijada. Dentro de este cordón sólo podrán usarse productos de banda azul o verde y quedan prohibidos los siguientes compuestos: 2,4 D (en todas sus formulaciones), Picloram, Paraquat, Atrazina y Clorpirifos.
“La novedad de General Villegas es que excluyen productos con nombre y apellido”, afirma contento el presidente de CIAV. A diferencia de la ley provincial, que prohíbe el uso de algunos productos entre octubre y marzo, por su volatilidad en momentos de mucho calor, General Villegas definió su prohibición, dentro de ese primer y segundo cordón para todo el año.
Otro punto novedoso es que la aplicación de productos dentro de esta área de amortiguamiento deberá ser fiscalizada por un ingeniero agrónomo, inscripto en la municipalidad y con el curso de fiscalizador del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia al día.
En cuanto a la fumigación aérea, se deberá realizar a 1.500 metros de cualquier zona periurbana. “Eso se venía respetando porque vos le pedías que fumigara cerca del pueblo y directamente te decía que no. Una máquina va a 70 centímetros del suelo y un avión a tres metros y medio, por lo que una deriva es inmanejable.”, aseguró Videla Dorna.