Pero para Sergio Cavallin, consejero de Coninagro por el Alto Valle de Río Negro, “son necesarios subsidios para rescatar muchas producciones regionales, algo que el Estado Nacional no quiere dar”.
El sector de peras y manzanas viene de una crisis profunda, con expulsión de muchos pequeños productores y con achique de la producción. También con la pérdida de mercados estratégicos: este año se produjo una caída del 58% en las exportaciones de manzanas a Brasil. Los productores siguen sosteniendo que los altos costos laborales y la alta presión impositiva los deja fuera de competencia.
El Programa de Fortalecimiento de las Economías Regionales que implementó el Ministerio de Agroindustria liberó al momento créditos destinados al Programa de Poda de peras y manzanas en Río Negro y Neuquén, que incluye a unos 1.000 productores.
Pero para Cavallin no es suficiente. “A través de los créditos que están dando, notamos que se sigue endeudando al productor en una actividad que sigue sin ser rentable, lo que nos hace perder capital cada día”, expresó en Bichos de Campo.
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Cavallin sostuvo que “el poco incremento (de los precios) en el mercado interno se lo lleva el costo en frío. Los aumentos de energía hacen que tengamos altos costos en frigoríficos con la fruta, lo que se agrava con el ingreso de mercadería desde Chile”.
El consejero de Coninagro dijo que la solución es “equilibrar la inflación con el tipo de cambio. Nuestro mayor aumento está en la mano de obra. Tenemos que ir por una reforma profunda en lo impositivo. El costo laboral y la presión impositiva son muy fuertes y nos agobian”.