El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) está realizando una encuesta entre los consumidores de la Unión Europea (UE) para conocer qué piensan de la carne argentina luego de tantos años de idas y vueltas con ese mercado. Los resultados preliminares, presentados este lunes en la feria alimentaria Anuga, en Alemania, indican que, como aquella vieja marca de electrodomésticos Aurora Grundig, los bifes nacionales son considerados caros, pero los mejores.
El estudio de mercado se está realizando en Alemania, Holanda, Reino Unido e Italia. Esta en la etapa cualitativa, que consiste en focus groups en los cuatro países y entrevistas en profundidad con importadores, supermercadistas y dueños de restaurantes.
Los primeros resultados indican que a la hora de comprar los consumidores aún no prestan demasiada atención al origen de la carne. Pero en el imaginario de todos ellos, la carne argentina es la de mejor calidad. De hecho, la Argentina y Japón –por la carne de Kobe- son los dos países que encabezan el “top of mind” de los consumidores. En contraposición, la carne con peor imagen es la proveniente de China y Europa del Este.
“A Europa le vendemos carne hace muchos años pero nunca se había estudiado el paladar de nuestros consumidores ni las preferencias de los importadores”, aseguró Ulises Forte, Presidente del IPCVA. “Este estudio nos va a permitir conocer en profundidad el gusto y las tendencias, con base científica para, entre otros aspectos, modificar o no el biotipo Hilton y adecuarlo a la demanda”, añadió Mario Ravettino, vicepresidente del Instituto y titular del Consorcio ABC. Vale aclarar que, más allá de sus deseos, el biotipo Hilton debe ser definido en una negociación con las autoridades comunitarias.
Según informó el IPCVA, los únicos aspectos levemente negativos en cuanto a la consideración de la carne argentina fue la poca disponibilidad del producto (“a veces es difícil de encontrar”) y el precio elevado que tiene. De allí que el lema de Aurora Grundig le siente bien: caro pero el mejor.
Otro aspecto fundamental del estudio es que los consumidores europeos, en líneas generales, prefieren los cortes con poca grasa, así como la grasa blanca por sobre la amarillenta, sin distinguir si se trata de grasa periférica o intramuscular.
“Pese al ideal del pastoreo extensivo que muchos mencionan, la terminación de los animales a granos no parece ser una amenaza para los consumidores europeos”, aclaró el IPCVA, que también indaga sobre el tipo de crianza.
“Pocas veces en mi carrera me he encontrado con un imaginario tan bueno como el de la carne vacuna argentina”, enfatizó Rebeca Bronchelo, una de las investigadoras de la empresa GFK que presentó el trabajo, y aseguró que todas las asociaciones referidas a la carne argentina fueron positivas en el imaginario de los encuestados: calidad, tradición, naturaleza, pastoreo, gauchos, cultura, pampas.
Una vez terminada la etapa cualitativa, el trabajo continuará con 2.100 entrevistas en cada uno de los mercados, lo que permitirá conocer porcentualmente los distintos aspectos del consumo y profundizar en los gustos particulares de cada uno de los mercados investigados.