El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, el tucumano Jorge Neme, hablaba sobre una serie de negociaciones que la Argentina viene realizando en los últimos meses para incrementar su presencia exterior. En eso, mencionó un proyecto que puede despertar polémica: la siembra de 1 millón de hectáreas en Cuba con know-how e insumos de los argentinos.
Neme participó este martes del congreso virtual organizado por Maizar (la entidad que agrupa a la cadena del maíz y sorgo argentino) y mencionó que desde Cancillería están llevando a cabo una serie de negociaciones con Mozambique, Cuba y algunos países del Mar Negro. La idea sería llevar sistemas de producción ‘llave en mano’ a esos lugares. “Mozambique por ejemplo, quiere que llevemos el armado de escuelas agrotécnicas como las que hay aquí”, puso como ejemplo.
En eso, se explayó: “En cuanto a Cuba, estamos negociando para ir a producir allí sobre un millón de hectáreas. Llevando nuestro know how, sistema de producción, génetica, agroquímicos y maquinaria”, informó. “Cuba importa el 80% de sus alimentos”, destacó, como para explicar la gran oportunidad que se abriría para la Argentina.
La iniciativa sin duda está llamada a abrir cierto debate por el flanco político, ya que por muchos consideran el régimen cubano como una dictadura y critican su alineamiento con el chavismo de Venezuela. Aunque cada vez más relajado, Estados Unidos sostiene un bloqueo comercial sobre la isla caribeña que se inició en 1958 -tras la caída de Fulgencio Batista y el triunfo de la revolución cubana-, que son sus idas y vueltas se ha convertido en el más extenso de la historia. De todos modos, EE.UU. es el principal proveedor de productos agrícola a la isla, especialmente de arroz, carne de pollo, trigo, maíz y soja.
Neme, el segundo funcionario de importancia debajo de Felipe Solá en la Cancillería, debe saber que hay piso firme para avanzar. Y no dejó de señalar la seriedad con la que encararán el asunto: “Todo lo que entregaremos estará muy cuidado. La idea es llegar a un acuerdo país-país con normas de servicios, productos y uso de la tierra, y que sea contemplada además la deuda que existe entre Cuba y la Argentina. Eso es lo que conversamos con nuestro embajador el otro día”, explicó.
El tucumano, en otro tramo de su presentación en Maizar, destacó la preocupación que existe por el resquebrajamiento dentro del Mercosur. “Este acuerdo es por historia un proyecto de integración, y hoy mismo hablan de no depender del trigo argentino (en referencia a los brasileños). Eso no es integracionista sino muestra de una voluntad competitiva”, marcó Neme.
“Hoy el Mercosur es meramente una unión aduanera parcial y nada tiene que ver con la idea de integrarse para proyectarse al mundo. La Argentina tiene problemas en sus sectores industriales y ha bajado su participación, pero ni Uruguay ni Paraguay incrementan su estructura industrial”, añadió el funcionario.
“Hay que reformular la agenda del Mercosur completamente. Desde 2016 a 2019 se focalizó en relaciones con Corea, Líbano, Singapur, la India, etcétera, cuando tenemos un mercado aquí cerca y más familiar como es América Latina. Perú, Ecuador, Colombia y Centroamérica son grandes oportunidades. Además tenemos buenas relaciones con Estados Unidos, Europa y China”, mencionó el vicecanciller.
“La Argentina necesita ver el conjunto del mundo. Y además de encontrar los mercados y las formas de comercializar, y ser competitivos en cereales y oleaginosas; debemos incorporar otros actores y servicios”, agregó.
Neme también se refirió a la prometida inversión de China para la producción de cerdos a gran escala en la Argentina. “Ahí tenemos la enorme oportunidad de expandir las fronteras del cultivo de maíz. Para sembrarlo en Formosa, Salta, Chaco, Río Negro y Neuquén, con frigoríficos allí y mano de obra local para un desarrollo armónico en todo el territorio nacional”, se ilusionó.