Fernando Jurado es el presidente del Grupo Olio, que el año pasado se fusionó con el Frigorífico Alberdi, en Entre Ríos, como parte de los planes de expansión de la empresa. La firma familiar también sorprendió en las últimas semanas cuando se supo que alquilaba a fazón parte de las instalaciones de la malograda aceitera Vicentin.
Le preguntamos a Jurado qué es el Grupo Olio, un nuevo jugador de importante en el negocio agropecuario local.
Por un lado, luego de haber desembarcado en el frigorífico Alberdi, ubicado cerca de Paraná, hay una apuesta clara al negocio de la exportación de carne. “Al momento el frigorífico estaba habilitado para Rusia, pero logramos las habilitaciones para China y Estados Unidos también, lo que hizo que la empresa pudiera ganar competitividad hacia mercados externos. Tiene todavía una cuota pequeña de Cuota Hilton, pero creemos que creceremos ahí también”, dijo Jurado a Bichos de Campo.
Como modo de explicar el corazón de su negocio, Jurado explicó que “nuestro negocio está enfocado principalmente a la exportación, y lo que vendemos al mercado interno no supera el 10% de lo que faenamos”.
La inversión en esa planta fue de 3 millones de dólares, y la destinaron a frío, a mesas de despostada y a un saladero kosher de última generación, todo para enfocar el negocio principalmente a exportación. Acerca del frigorífico, Jurado manifestó que “tiene una capacidad de faena de 500 cabezas por día y hoy estamos casi a tope, con 450 cabezas. Pero no tanto por margen, sino para licuar costos, ya que estamos con los márgenes muy apretados”, acotó.
Como explicación a lo que está pasando en materia de costos, Jurado declaró que “nos entran 57 a 58 pesos por cada dólar exportado, y las inversiones no son a valor tipo de cambio dólar oficial lamentablemente. Además, los precios en China están por debajo de los 4.000 dólares la tonelada”, afirmó.
“Por otro lado, está por empezar la faena kosher (para Israel) en la semana, con lo cual debería mejorarnos el número. Pero en general los precios están muy ajustados y los costos están altos en términos relativos, lo que hace que necesitemos tener una faena lo más alta posible para poder cubrir los costos”, indicó el directivo del Grupo Olio.
“Hicimos la inversión a principios del año pasado con otra perspectiva de país. Pareciera que estuviera hablando de historia medieval, lejana a lo que estamos viendo hoy, pero entre la inversión en dólares, las PASO, la devaluación de fin de año y del arranque de este año, es muy difícil querer darle perspectiva a un negocio. Pero es la realidad argentina que nos ha tocado”, se lamentó Jurado.
No obstante, aclaró que, “nuestro interés siempre está puesto en hacer crecer al grupo, invirtiendo en Argentina, pero siempre mirando la exportación”, destacó Jurado.
Escuchá el reportaje completo realizado a Fernando Jurado:
La familia Olio es de origen santafesino. Los dueños actuales del grupo son la cuarta generación. “El clásico caso de familia italiana que empieza a trabajar en el campo y reinvierte el dinero que va generando, producto de su trabajo en el campo a lo largo de los años”, dijo Jurado.
El centro de las inversiones del grupo se basa en tres caminos según el presidente del grupo, cuyo objetivo principal consiste en integrar a toda la cadena de valor agregado:
“La compra de granos y exportación a través de la Sociedad Díaz % Forti; una operación de administración y manejo de campos mixtos en la zona de Rufino, al sur de Santa Fe, donde criamos unas 2 mil cabezas de ganado. Y quisimos buscar el tercer camino, que consistía en poder meternos en la cadena comercial, siempre pensando en el mercado de exportación de la carne, que es donde creemos que conocemos un poco más a nuestra clientela. Así surgió incorporar al frigorífico Alberdi”, manifestó.
El año pasado, Grupo Olio lanzó la marca “Argentio”, mediante la cual comercializará de Rosario a Europa productos premium de exportación, tales como vinos, carnes, arvejas, aceite de oliva, soja, garbanzos y aceitunas.
Hace poco, y con la mira en explorar el mercado aceitero, Grupo Olio firmó un contrato de tipo fasón en la planta de Vicentín en San Lorenzo. “Firmamos el contrato antes de que se desatara toda esta situación actual, y que nos permite ingresar al mercado del aceite y de la harina de soja, y lo estamos haciendo muy bien, de la mano de empresas serias y fuertes”, destacó Jurado.
El acuerdo comercial con Vicentín se extenderá hasta fines de 2020, y se limita a la prestación de servicios de procesamiento de la oleaginosa para harina y aceite, y de carga de otros granos en puerto con fines de exportación.
De acuerdo a Martín Molini, gerente comercial de Grupo Olio, “el contrato contempla un volumen total mensual de 300.000 toneladas, de las cuales 200.000 irán a crushing y 100.000 a elevación”. Actualmente, entre 200 y 300 camiones están ingresando diariamente a la planta de San Lorenzo. Según informaron desde Grupo Olio, la semana pasada se concretó la partida del primer barco cargado con grano y a partir de junio comenzaron las tareas de molienda.