La decisión del gobierno nacional de intervenir primero y luego querer expropiar la empresa aceitera Vicentín, que a fines del año pasado entró en default por un supuesto estrés financiero, no cayó nada bien en el norte santafesino. Esta semana hubo varias manifestaciones en ciudades como Avellaneda y Reconquista, donde la empresa nació hace 90 años y tiene su base de operaciones.
Juan Luis Capozzolo es el presidente de la Sociedad Rural de Reconquista. En diálogo con Bichos de Campo, el productor explicó la importancia que la firma Vicentín tiene en la vida económica de esa región, y por añadidura el malestar social que se vive por la crisis que atraviesa:
“Acá hay una incertidumbre muy grande. Vicentín representa un alto porcentaje del trabajo en la zona, genera mucho efecto derrame. La incertidumbre viene desde que en diciembre se presenta (en default) por el stress financiero”, aclaró. Las noticias sobre una expropiación o intervención no hacen más que agregar leña al fuego.
Sobre la ofensiva del gobierno para “rescatar” a la empresa aceitera, el dirigente rural dijo que los anuncios oficiales no hicieron más que agravar el malestar social. “Este atropello a la propiedad privada por parte del Poder Ejecutivo suma aún más a ese miedo por lo que pueda pasar con los puestos de trabajo, con los emprendedores Pymes que viven de Vicentín, cuya filosofía es comprar insumos a proveedores de la zona. Así muchas empresas se fueron instalando acá y se generaron muchos puestos de trabajo”.
Escuchá la entrevista completa a Juan Luis Capozzolo:
Capozzolo aclaró que no defienden a los dueños de la empresa: “Con la movilización salimos a defender a la República, para que el Poder Ejecutivo no pase por encima del judicial”, enfatizó.
El productor cree que es necesario respetar el espacio y los tiempos de la justicia. Se preguntó qué podría suceder en caso de que otras empresas atraviesen situaciones similares: “¿Qué significa esto? ¿Que todas las empresas van a correr el riesgo de ser expropiadas?”.
Los funcionarios, al momento de anunciar la intervención y expropiación de la empresa, dijeron que estaba en riesgo la seguridad alimentaria. Claramente un argumento falaz que Capozzolo se encargó de aclarar: “Se utilizó ese argumento para un empresa que exporta poroto de soja y aceites y acá no comemos eso. El argumento de la soberanía alimentaria se cae por si solo”.
Al productor le importa el futuro de la compañía porque hay muchas otras empresas y trabajos atados a eso. “Sus empresas son las más grandes de la Argentina en algunos rubros. Puso como ejemplo a Friar, ubicado en la propia Reconquista. “Es el frigorífico más grande la zona y del norte y hay muchas pymes alrededor vendiendo aberturas, madereras, etcétera”, explicó.
“Hay ex empleados de Vicentín que armaron sus empresas y ahora le venden el 100% de su producción. Todo eso está en juego y el Estado debería venir, mirar, conocer… Que se acerquen y vean. No quiero que se piense que defendemos a los dueños sino a la historia de Avellaneda y Reconquista”.