“Los derechos de exportación deforman toda la economía argentina y generan un daño en cadena muy grande”, definió Iris Speroni, quien es Licenciada de Economía de la UBA con un máster en Finanzas de la Ucema y un posgrado de Agronegocios en la FAUBA. Ella escribe frecuentemente, con claridad envidiable, artículos sobre temas de economía agropecuaria en su blog personal.
Sin duda que uno de los temas más polémicos de la política agropecuaria en la Argentina son sin duda las retenciones, un impuesto arraigado desde hace más de medio siglo. Speroni es una especialista para analizar el impacto de los derechos de exportación -como se llaman técnicamente, y ella nunca menciona la palabra retenciones- en el agro y toda la economía. Al fin y al cabo considera que se trata de un problema “político”, pues detrás se esconde la transferencia de riqueza desde las provincias a la ciudad de Buenos Aires y otros centros urbanos.
Vale la pena mirar esta entrevista completa con Iris Speroni para entender su posición:
Speroni basa su argumentación sobre cómo “deforman” la economía estos tributos aduaneros en que los impuestos, con el paso del tiempo “cambian los precios relativos de las cosas”.
“Al igual que el IVA y todos los impuestos acumulados, más los costos del flete, del local, (las retenciones) terminan sumando en el valor de los productos más del 50% de impuestos. Por eso una manzana del Alto Valle termina siendo más cara en Buenos Aires que en Londres”, ejemplificó.
Los derechos de exportación, para Speroni, alteran además el llamado “costo de oportunidad” de hacer una actividad por sobre la otra, afectando con esto a las actividades que producen tierra adentro. Según ella, las agropecuarias podrían ser la “locomotora del país” pero las retenciones la frenan y por eso el país no avanza. “Los derechos de exportación le sacan combustible a la locomotora del país, poniéndole un lastre”, dijo refiriendo a los principales cultivos de grano del país, la carne y economías regionales.
Speroni insiste que los derechos de exportación le quitan riqueza a los sectores que más pueden traccionar para el crecimiento de la economía del país. “Y hacen más pobres a las provincias, porque el dinero que sale del interior entra derecho al Tesoro Nacional, en donde se usa para pagar gastos corrientes. Y la gente termina yéndose del interior a la capital, aunque sea para limpiar baños en un ministerio, o hasta para ser trapito, porque eso les permite vivir”, se lamentó. “Yo creo que nadie bien nacido puede estar a favor de este impuesto”, subrayó.
“Hablamos del sector más dinámico de la Argentina que podría estar dando de 5 a 10 veces más de empleo que lo que da hoy”, dijo Speroni, en referencia al agro. “Pero se le saca rentabilidad para dársela a una masa de empleados públicos”, agregó.
“Hace un tiempo escribí una nota, cuando los chinos compraron Nidera en 10 mil millones de dólares, que es lo que el campo le da al Estado por derechos de exportación en un año. Se podría comprar una Nidera por año, eso es el costo de oportunidad que se afecta”, volvió a comparar.
muy bien iris ,me encanta tus comentarios, y ni hablar el titulo de la nota.saludos y siga asi