Raúl Novello es un economista que trabaja en el INTA Junín, una estación de experimentación agropecuaria enclavada en medio del oasis este de Mendoza, la cuenca vitivinícola más grande del país. Con epicentro en San Martín y Rivadavia, y en paralelo a la Ruta Nacional 7 y la Provincial 60, en ese área se encuentran los viñedos que aportan cerca del 60% de las uvas que demandan las bodegas. Allí nació la vitivinicultura argentina, hace más de cien años. Las fracciones son usualmente muy pequeñas y añosas. Hay mucho productor pequeño y mediano.
Raúl y muchos otros técnicos de esa experimental del INTA se ocupan especialmente de diseñar estrategias para que los productores puedan seguir dedicándose a lo que saben hacer y traen de varias generaciones. “Desde el INTA nos metemos en lo tecnológico productivo para que pueden reducir costos y ganar eficiencia”, relató el técnico a Bicho de Campo. A este economista la situación le toca muy de cerca, tanto que ayuda a su padre José en una viña familiar y en una bodega, donde tratan de elaborar sus propios vinos. Ya contaremos esa historia.
Mientras tanto, Raúl cuenta que mantener a flote el rico tejido social en esta zona rural de Mendoza es cada vez una cuestión más complicada. Y es que a la par de una crisis de precios que ya lleva varios años, el productor se encuentra desfinanciado y no existen incentivos estatales para ponerlo de pie de cara al futuro. No hay un plan ni una estrategia.
Según Novello, la realidad debería mostrar a los productores más tecnificados y reconvirtiendo sus antiguos parrales, ya que los planteos tradicionales son demasiado dependientes y costosos en momentos donde no es fácil conseguir mano de obra capacitada para la poda ni el número de brazos necesarios para llevar adelante la cosecha manual. “Existen tecnologías a baja escala, pero para esto necesitamos un apoyo y financiamiento del Estado”, destacó el especialista.
Aquí la entrevista completa con Raúl Novello:
Novello describe con claridad los problemas que enfrenta el pequeño y mediano viñatero en estos tiempos. “El productor está en un sanguche entre los elevados costos que enfrenta, como mano de obra e insumos, y el bajo precio que recibe por la uva que destina a las bodegas”, resumió la encerrona.
Respecto de los precios, de acuerdo a su visión, “poco se puede actuar, porque es un modelo oligopsónico de mercado en donde hay pocas bodegas (unas 700) para comprar la uva de muchos productores (unos 17.000). Entonces se genera todo el tiempo un abuso de posición dominante”, describió. El oligopsonio, de las palabras griegas oligos (poco) y psonio (compra), es una situación de competencia imperfecta que surge en un mercado donde existe un número pequeño de demandantes en los cuales se deposita el control y el poder sobre los precios y las cantidades de un producto en el mercado.
En este entorno, y más allá de reclamar por un mejor precio y mecanismos modernos para fijar precios justos, la opción que le queda al productor es trabajar sobre su eficiencia productiva, aunque en momentos de desinversión como este se hace muy difícil ver la salida.
“Este problema es estructural de hace años, puede pasar de momentos de oxigenación, que están relacionados a un mal clima que merme la cosecha (menos oferta, más precio), pero si no se hacen cambios de fondo esto seguirá pasando”, comentó Raúl.
SOY EDUARDO ROBERTO GARCES, PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DE VIÑATEROS Y PRODUCTORES AGROPECUARIOS DE SAN JUAN, QUISIERA INFORMARLES QUE EN EL MES DE JULIO DE 2019 NUESTRA INSTITUCIÓN DENUNCIO POR ABUSO DE POSICIÓN DOMINANTE A LAS 4 MOSTERAS DE SAN JUAN Y A LAS BODEGAS MAS GRANDES QUE FORMAN EL OLIGOPSONIO DEL QUE SE HABLA EN ESTA NOTA Y SERIA INTERESANTE QUE USTEDES COMO PERIODISTAS PUEDAN PREGUNTAR EN LA SECRETARIA DE DEFENSA DE LA COMPETENCIA COMO ESTA EL TRAMITE