El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) midió en marzo, como todos los meses desde hace años, los precios de la carne vacuna. Detectó que al cabo de la segunda semana del mes (es decir, antes de que se anunciara la cuarentena por el Coronavirus), habían subido en promedio un 5,8% respecto de febrero. Esta escalada se acentuó luego, con el llamado “efecto freezer”, y ha sido visible para todos los argentinos, aunque todavía debe mensurarse.
En este escenario, la Mesa de las Carnes salió a decir este jueves que esas subas responden a “distintas versiones periodísiticas”, al tiempo que desmintió “rotundamente aumentos de la magnitud que se divulgan”. La culpa, como se ve, ha sido entonces de los periodistas.
El aumento no sucedió. O fue pequeñito, mucho más de lo que nos cuentas. De todos modos, el documento firmado por decenas de entidades de la cadena de ganados y carnes aprovechó también para responsabilizar de posibles nuevos aumentos a un sector históricamente enfrentado con los frigoríficos, el de las curtiembres, a las que acusan de no retirar los cueros de las plantas de faena, provocando un caos en la logística y un incremento de los costos.
“Ante distintas versiones periodísticas que hablan de aumentos de los precios de la carne, desde la Mesa de las Carnes, que nuclea más de 45 entidades, cámaras, federaciones y asociaciones, debemos aclarar a la sociedad el esfuerzo de la cadena para mantener el abastecimiento normal de carne, y desmentir rotundamente aumentos de la magnitud que se divulgan”, comienza el comunicado de la Mesa de las Carnes, que ahora funciona bajo la coordinación del ex presidente de CRA, Dardo Chiesa.
“No ha habido aumentos sustanciales como se dice a nuestro entender maliciosamente, por aquellos oportunistas que lo único que buscan es un provecho económico momentáneo en detrimento de toda la población”, añaden, sin dar nombres. Siempre se indican culpables, pero nunca con nombre y apellido.
Luego de tan vergonzosa apertura, y seguramente temerosa de que el Gobierno pueda decidir una intervención más amplia en el mercado, la Mesa dice una seria de verdades o medias verdades que deben ser consideradas a la hora de hacer un análisis sobre qué está sucediendo con los precios de la carne, que como bien sabemos todos los argentinos “de carne y hueso” han venido subiendo fuerte en las últimas semanas.
Dice la Mesa de las Carnes:
- Que el abastecimiento es normal, ya que la faena de marzo fue de unos 55 mil animales por día en promedio (Más de un millón de animales), “lo que demuestra el mismo ritmo de faena y producción que épocas de normalidad”. Punto a favor del sector, que cumplió con la gente a pesar del paro agropecuario, primero, y de las complicaciones para movilizar hacienda que surgieron cuando se decretó la cuarentena. “Hoy podemos decir que la oferta supera a la demanda”, cancheréan las entidades, porque más allá del Mercado de Liniers los precios en el mostrador todavía no bajan.
- Que “el compromiso de los trabajadores de la carne, aun asumiendo un riesgo sanitario ha sido ejemplar”, y esto es cierto porque todos los laburantes se pusieron el delantal y cumplieron con su tarea (el comunicado omite que hay varias plantas de faena que se paralizaron esta semana).
- Que los mercados de exportación están muy de capa caída por culpa del Coronavirus. “La Unión Europeae Israel, están prácticamente paralizados. La exportación a China si bien puede verse una reactivación a corto plazo, todavía es un interrogante más que una realidad”, explica. Esto debería hacer que la carne que no se puede exportar (un 25% del total) alivie la situación del mercado interno, y ayude a contener los precios. Pero esto tampoco ha sucedido y el comunicado no lo dice.
Luego de mencionar todos los atenuantes y sacar pecho con el buen nivel de abastecimiento, la Mesa de las carnes abrió el paraguas para cubrirse por si finalmente estalla el conflicto con las curtiembres, que en su gran mayoría (sobre todo la líder Sadesa) han decidido no retirar los cueros crudos de los fritgoríficos como hacían habitualmente.
“El compromiso de abastecimiento normal se ve amenazado por un viejo conflicto con las curtiembres que hoy no están retirando los cueros. Dicha situación ya denunciada al Gobierno Nacional, hace imperioso que el mismo, abra la exportación irrestricta de cueros frescos y salados”,exige la Mesa, que aprovecha esta coyuntura para tratar de terminar con un régimen histórico que prohíbe mediante altas retenciones la exportaciones de cueros sin procesar. Hay que recordar que el gobierno de Alberto Fernández, ni bien asumió, eliminó una cuota especial para exportar 1 millón de cueros salados que había sido habilitada por el macrismo antes de irse.
Lo cierto es que el asunto del cuero está todo mal. “Las empresas frigoríficas deben hacer esfuerzos incomprensibles, como llevar cueros al CEAMSE, a su costo, o sea pagar fletes para tirarlos a la basura. Este hecho tan irracional, atenta directamente en el precio de la carne al consumidor, atenta contra los puestos de trabajo de los empleados de los frigoríficos, pues algunos ya han tendido que parar la operatoria de faena por el problema de los cueros”, advirtió la Mesa de las Carnes, al volver a denunciar que la protección oficial a las industria curtidora “solo ha servido para la cartelización de la misma”.
Ver Profe… ¿Valía que algunos frigoríficos detengan la faena justo en medio de esta emergencia?
En otro orden, la cadena recordó a las autoridades que “la industria frigorífica y sus trabajadores necesitan urgentemente un protocolo sanitario, que en caso de un contagio, permita darle seguridad sanitaria a los mismos y permitir el trabajo en las plantas preservando la fuente laboral”. Esto es algo que ya sucedió en el caso de un frigorífico de Santa Fe, que directamente cerró sus puertas ante un caso positivo de Coronavirus.
Es interminable el listado de entidades que firman el comunicado como integrantes de la mesa. Hay de criadores, de consignatarios, de productores, de frigoríficos, de trabajadores, de genética y hasta el propio IPCVA, que el abril volverá a medir los precios de la carne y pondrá fin a esta postura absurda de negar lo innegable: la carne subió y esperemos que se tomen medidas para poder calmarla.