Juan Farinati es el máximo responsable del negocio agrícola para Cono Sur de Bayer, la compañía alemana que en todo el mundo se ha convertido en la mayor proveedora de servicios, insumos y tecnologías para el agro luego de la compra de la americana Monsanto en 2018. En las calles de la última Expoagro repasó por dónde pasan las principales líneas de investigación de este jugador clave para la agricultura global.
“Hoy estamos trabajando en dos grandes fuentes de innovación. Por un lado en todo lo que históricamente estábamos habituados: génetica de semillas e investigación en agroquímicos y biológicos, en el que Bayer invierte 2.500 millones de dólares anuales en todo el mundo. Por otro lado, todo lo que es agricultura digital”, dijo Farinati en Bichos de Campo. Ahí, cuando comenzó a hablar de la ciencia de datos aplicada a la agricultura, se le comenzaron a iluminar los ojos.
Mirá aquí la entrevista completa con el directivo de Bayer:
“Hace un año lanzamos la plataforma Field View y en tan poco tiempo ya se utiliza en un millón de hectáreas en la Argentina. En el mundo se trabajan de esta forma 36 millones de hectáreas”, dijo, como para destacar la alta avdez de los productores locales por este nuevo territorio para la agricultura.
Ver: La muerte del ojímetro: Bayer lanzó una plataforma propia para incursionar en la agricultura digital
Farinati contó que Field View es una herramienta que le permite al productor seguir todas las labores que se hacen en el campo desde su casa y poder interpretar y solucionar problemas mediante el seguimiento remoto e imágenes satelitales. Sea un problemas de malezas, de fertilidad, de zonas con limitantes o para detectar aquellas con mejor potencial. El sistema funciona midiendo todas las variables y logra interpretar el impacto de las decisiones tomadas en muy poco tiempo.
“Con Field View se pueden tomar decisiones quirúrgicas, metro por metro”, declaró Farinati. “Estamos notando una muy rápida adopción en el país: 1 millón de hectáreas en un año es un gran comienzo”, enfatizó.
Según contó Farinati, esta herramienta permite disminuir la brecha que existe entre el rinde potencial y el rindo real que hoy se obtiene en el país en los principales cultivos. “Tanto en soja como en maíz, la brecha promedio alcanza el 40%, y eso es puro manejo. Para esto (achicar esa brecha) sirven estas herramientas, para tomar decisiones de manejo rápidas”, identificó.
Puso como ejemplo de estas tecnologías: “Hoy se puede medir nitrógeno al instante, cuando antes yo tenía que tomar una muestra, llevarla a un laboratorio y tardaba días”.
Por último, Farinati contrastó lo que sucede en este sector novedoso con el atraso en la adopción de marcos legales que permitan a Bayer traer al país la demorada tecnología Xtend para enfrentar el problema de las malezas resistentes en soja. El evento transgénico, desarrollado por la ex Monsanto, otorga a los cultivos tolerancia a herbicidas como el Dicamba, ampliando la paleta de acción.
Pero Bayer ha decidido no traerlo al país en tanto no haya una Ley de Semillas que permita a las empresas obtener regalías por ese desarrollo. Por eso Farinati aclaró que en el rubro semillas, “claramente aquí el foco está puesto en semillas híbridas porque en autógamas la falta de reconocimiento a la propiedad intelectual está frenando nuevos lanzamientos”.