De mínima, los productores agropecuarios de Buenos Aires y La Pampa que están siendo afectados por las inundaciones perderían unos 1.500 millones de dólares, según el cálculo efectuado por los técnicos de Carbap conocidos este jueves.
“En función del análisis de las áreas afectadas por la inundación, solo en la provincia de Buenos Aires y La Pampa se espera que 1,2 millones de hectáreas queden sin poder ser sembradas. Eso representa una perdida superior a los 1.200 millones de dólares”, afirma el trabajo de la confederación.
Hasta ahí los daños a la agricultura. Son prematuros.
“La estimación de las perdidas recién se podrá hacer con una aproximación más certera con el correr de los meses, ya que dependerá de la evolución de las precipitaciones. Al momento, considerando la situación actual de los campos, 1,2 millones de hectáreas sería como el piso de las pérdidas de superficie, ya que por más que las condiciones climáticas mejoren significativamente, hay lugares que no lograrán esa mejora a tiempo para poder sembrarse”, explicó Carbap. También aclara que “seguramente parte de la superficie que no se puede sembrar de maíz temprano, y soja, pasará a engrosar el área de maíz”.
A principios de semana, Carbap había identificado un área de 21 millones de hectáreas afectadas por los excesos hídricos. El 26% de esa superficie era el que presentaba complicaciones graves por estar directamente bajo las aguas. Se trata de 5,5 millones de hectáreas inundadas y/o anegadas. El cálculo incluía gran parte de Buenos Aires, los partidos del Noreste de La Pampa y los partidos del sur de Córdoba y Santa Fe.
Carbap se mete después con la ganadería. “Con relación a la afectación sobre los rodeos vacunos, hay 12,7 millones de cabezas en el área afectada. Al momento es difícil calcular, pero no podemos olvidar que los rodeos se encuentran en plena parición, con la consecuente mortandad de terneros. A este efecto estimamos que la perdida de terneros sería de un 5%, lo que equivale a unos 200.000 terneros”, precisa.
Por otro lado, y cuando faltan 30 días para el comienzo de los servicios más adelantados, la entidad aclara que “es importante tener en cuenta el grado de stress y mal estado corporal en el que se encuentran los vientres, afectando sin ningún lugar a dudas el próximo porcentaje de preñez. Esta pérdida se estima
también en un 3 a 4%, y estará impactando en los terneros logrados en el 2018. Este número equivaldría a unos 170.000 terneros adicionales que se perderían el año próximo”, suma la entidad.
Y hace cuentas para definir el rojo: “Tomando el valor actual del ternero, 400 dólares en promedio, equivale a una pérdida total solo por el valor de los terneros, de más de 148 millones de dólares. Este valor no considera la mortandad posible de vacas por efecto de la inundación, ni el costo adicional de granos y forrajes que demandará la manutención de los animales en las actuales circunstancias, ni los costos logísticos extras del traslado de los animales hacia zonas secas”.
“Si se suman las perdidas de agricultura, ganadería, tambos, infraestructura vial estamos ante una pérdida superior a los 1.500 millones de dólares”, finaliza la organización ruralista. Queda claro que habrá que ir actualizando esta cifra.