Arrancó la temporada de impuetazos 2020. Primero a nivel nacional con el aumento de los derechos de exportación, más el desdoblamiento cambiario. Luego a nivel provincial, con retoques en Santa Fe, Córdoba y ahora en la Provincia de Buenos Aires, donde finalmente se aprobó por estas horas la Ley Impositiva (con algunos cambios impuestos por la oposición, como la moderación del Impuesto Inmobiliario Urbano, pero no en el tributo que pagan los campos).
Desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) se ve un escenario difícil en lo tributario. Horacio Salaverri, tesorero de esa entidad integrante de CRA, dijo a Bichos de Campo que “los productores están atravesando un estado de malhumor. Primero arrancamos con la Ley de Solidaridad, denominada así, pero cuando vamos a la letra chica, donde se habla de la presión tributaria y del aporte de cada uno de los sectores, aparece claramente el sector agropecuario como el que aporta mucho más. Este aparece inclusive diferenciado en otros artículos de la norma”.
Para el dirigente agropecuario, “empiezan a mirar nuevamente al campo con una idea extractiva más que productiva. Y esa es la mirada que hay que transformar”.
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El dirigente de Carbap remarcó que estos aumentos produce pérdida de rentabilidad y por ende una caída de la inversión. “Cuando uno produce desincentivos a las inversiones en el interior de la provincia de Buenos Aires, eso significa perder puestos de trabajo. El afán fiscal no puede estar por encima del productivo”, destacó.
En cuanto a la Ley impositiva bonaerense, que se acaba de aprobar sin cambios favorables para el sector agropecuario, Salaverri dijo que “en el artículo 4° hay un ajuste en las partidas inmobiliarias y una modificación en la base imponible, lo que nos indica que hay partidas que están incrementándose más del 80% o 90%”.
El dirigente también declaró que, para seguir con la saga de impuestazos, “también hay que ver el tema de las ordenanzas municipales, en donde las tasas viales tienen aumentos del 50% a 70%, lo que hace un combo explosivo desde el punto de vista tributario”.
“Eso es precisamente lo que preocupa al productor agropecuario: entrar a partir del 2020 con una fuerte carga tributaria a nivel nacional, provincial, y municipal, sobre todo en un año que no entra muy bien en lo climático y en lo comercial, donde hay ciertas dudas al respecto de lo que pasará con la cotización de algunos productos”, explicó el ruralista.