En las redes sociales de productores laneros circularon en las últimas horas tristes fotografías que muestran decenas y hasta cientos de ovinos que quedaron muertos en el campo. La explicación de los productores afectados, que estaban muy sorprendidos por el fenómeno, fue que esta mortandad masiva se produjo debido a los bruscos cambios de temperatura que se sucedieron esta semana.
¿Qué fue lo que sucedió para que se produjera esta inédita situación que afectó a varios campos de la provincia de Corrientes? Las temperaturas de octubre eran muy altas a principios de esta semana, de más de 30 grados, pero repentinamente llegó a la zona una tormenta que provocó que los termómetros descendieran violentamente hasta los 6 grados.
Las ovejas, que acababan de ser esquiladas, no soportaron semejante amplitud térmica. Según la explicación de la mayoría de los productores, murieron de hipotermia, que es el descenso involuntario de la temperatura corporal por debajo de los límites normales. “Les agarra como una neumonía, se pasman”, describió uno de ellos en las redes.
“Es una relación de salida del invierno, más esquila , más lluvia y cambio repentino de temperatura. La oveja sufre mucho el estrés”, indicó un avezado productor de ovinos. “Fue una conjunción de cosas. Esquila. Pasar de calor a frío intenso repentino y mucha lluvia”, confirmó otro.
Lo cierto es que las ovejas habían sido esquiladas bien entrado el mes de octubre porque nadie podía imaginarse tan brusco descenso de la temperatura. Otro ovejero remarcó que la insólita situación además encontró a los animales en un estado de “debilidad post invierno”. Es decir que “había mucha seca, poco pasto y el cordero al pie”, resumió.
Uno de los productores afectados precisó que en el caso de su establecimiento (con una mortandad de más de 1.400 animales) se habían esquilado las ovejas la semana pasada, cuando había temperaturas de entre 37 y 38 grados. “Luego llovió el domingo a la noche y bajó la temperatura a 7 grados. Esa diferencia hizo que murieran de hipotermia”, indicó. Las razas predominantes en la zona son Corriedale e Ideal.
Lo cierto es que la fatídica combinación de factores adversos dejó un tendal de entre 4.500 y 5.000 ovejas muertas en pleno campo. Y una enorme demostración de todo el daño que es capaz de provocar el denominado cambio climático.