Charlie van der Straten tiene campo en Lincoln, provincia de Buenos Aires, y cuenta que es miembro de Aapresid desde 1998. “Mi primer congreso fue en Mar del Plata, me acuerdo”. Aunque no es de los socios fundacionales, esto le da chapa de veterano. Tanto se metió con el modelo de siembra directa que terminó siendo presidente de la regional de su zona y tiene el campo certificado por IRAM desde hace años.
“Siembra directa no es lo mismo que sembrar directamente. El paquete tecnológico que Aapresid promueve abarca un montón de cosas, que incluyen la sustentabilidad ambiental, social y productiva”, explicó van der Straten para diferenciarse de los que dejaron de rotar abusando de la tentadora soja durante años y por ende deterioraron los suelos.
“Haciendo siembra directa se construye suelo año a año, hay productores que vienen incrementando la fertilidad desde hace 30 años y son los pioneros de Aapresid que homenajearon en este congreso”, dijo haciendo referencia al congreso que se estaba desarrollando durante la segunda semana de agosto en Rosario.
Aquí la entrevista completa con el miembro de Aapresid:
Charlie está convencido de que el modelo de siembra directa y buenas prácticas es el correcto. Tanto es así que tiene su establecimiento certificado por gente de IRAM que lo audita periódicamente. “Evalúan las prácticas que realizamos y hasta entrevistan a los empleados para ver si trabajan en buenas condiciones”, explicó a Bichos de Campo.
-¿Es mejor negocio certificar?- le preguntamos.
-Hoy no me pagan más por tener una soja certificada, pero lo hago por mí. A veces es un autoengaño pensar ‘nosotros que hacemos las cosas bien’.