El agrónomo Lautaro Leveratto es el coordinador nacional del MTE Rural (Movimiento Trabajadores Excluídos – Rama Rural). Se trata de la corriente agropecuaria del bloque de organizaciones sociales que responde a Juan Grabois, a quien Lautaro reconoce como “un compañero y un hermano”. En diálogo con Bichos de Campo, Leveratto dice que Grabois se quedó cortó al reclamar tierras para unas 50 mil familias rurales. Pero aclara que la tan mentada “reforma agraria” en la Argentina debe ser una “política de consenso” entre todos los partidos políticos.
-Qué raro un agrónomo dedicado a la militancia social… ¿De dónde te viene ese impulso?
-Desde chico. Vengo de una matriz campera. Estuve en una escuela agrotécnica y seguí estudiando en la universidad. Pero también comprendimos que no solo hay que producir y producir sino ver la matriz socioeconómica. Ver para qué producimos. El fin último es mejorar la calidad de vida del agricultor, del chacarero, pero también de la sociedad. Así que con estos principios transitamos la vida.
-¿Qué es el MTE Rural?
-Es una organización de agricultores, campesinos y pueblos originarios. Somos más de 30 mil familias en todo el país. todas vinculadas a la producción. Estamos en 20 provincias. Lo integran grupos ganaderos, grupos de horticultores, economías regionales, todo lo que podemos encontrar en el sector agrario. Por ejemplo, tenemos cooperativas de productores de cebolla, centros de acopio, tenemos un puesto en el Mercado Central.
Escuchá la entrevista completa con el referente agropecuario de Juan Grabois:
Según Leveratto, es imperioso que la sociedad argentina hable de “lo que realmente está pasando en el campo”. Para hacerlo, el dirigente toma los datos oficiales del censo agropecuario de 1988, y los compara con los censos posteriores, realizados en 2002 y en 2018 (el del 2008 no se pudo hacer porque coincidió con el conflicto por las retenciones móviles). En el primer caso había 420 mil productores o unidades agropecuarias, que luego se redujeron a 330 mil y que ahora estarían ubicándose entre 250 y 270 explotaciones. El próximo 5 de noviembre se conocerán los datos.
El coordinador del MTE Rural recuerda que en el gobierno de Carlos Menem empezó “lo que nosotros llamamos ‘la noche triste’. Un éxodo permanente y pérdida de unidades productivas, con la migración del campo a la ciudad. Era lo que denunciaba la Federación Agraria, que perdimos 100 mil productores”. La historia más reciente, incluyendo al kirchnerismo y la gestión macrista, no detuvo este proceso sino que lo profundizó.
“Esto trajo un montón de problemas. Todos los que recorremos la Argentina nos damos cuenta de que los pueblos están inactivos económicamente, que no hay perspectiva para la juventud. No es una política de desarrollo rural integral e inclusiva la que está sucediendo en el campo desde hace cuatro décadas por lo menos”, sentencia Leveratto.
Como agravante de este contexto, el agrónomo remarca que con esta gestión de Mauricio Macri “desapareció el crédito productivo en la Argentina, que es un poco lo que mueve las economías regionales. El campo funciona con crédito. No hay actividad productiva que tenga un rendimiento de esas tasas (refiriéndose a que al Banco Nación cobra intereses de más del 70% anual) y esto afecta más a los pequeños agricultores, porque somos lo que menos espalda tenemos”.
“Lo de la reforma agraria es un gran eslogan que genera pánico en algunos sectores concentrados de la economía. Pero hablar de reforma agraria o de redistribución de la tierra, más que un capricho es una necesidad”.
Según el compañero de militancia de Juan Grabois, la otra cara de este proceso es “que hay cosecha récord de soja y maíz, que está muy buena, porque se ha puesto en marcha un modelo de concentración. En Europa andá a hablar de extensiones productivas de más de 5.000 hectárea. Eso está prohibido”, remarca.
Leveratto afirma además que “algo no está funcionando bien en el campo. De cada 8 kilos que se exportan de producción agraria solo 1 kilo es para consumo humano. Estamos viendo que hay algo que no está cerrando. Y no nos podemos dar el lujo como país de expulsar a los agricultores del campo. Algo tiene que cambiar, porque para nosotros no está bien esta situación, que genera pobreza”, argumenta. Se sobreentiende que las 2 o 3 millones de personas que migraron del medio rural son las capas de pobres que hoy viven en las perisferias de las grandes ciudades.
-¿Y cómo entra en esta discusión la propuesta de una reforma agraria lanzada por Juan Grabois?
-Lo de la reforma agraria es un gran eslogan que genera pánico en algunos sectores concentrados de la economía. Pero hablar de reforma agraria o de redistribución de la tierra, más que un capricho es una necesidad.
Leveratto, en este sentido, explica que “los pequeños chacareros y los pequeños horticultores son los que más están sufriendo” el actual estado de cosas. Habla del sector hortícola, que es el que más representa el MTE Rural. “Es el que más trabajo genera y produce alimentos frescos para 42 millones de habitantes en el país. Son los productores más eficientes, porque con poco capital producen toneladas y toneladas de hortalizas frescas, y conviven en un sistema que tiende a la precarización, porque el 92% son arrendatarios”.
Esta situación, de acuerdo con esta visión, está fagocitada por “una falta de regulaciones que tiene que brindar el Estado, ya que las leyes de arrendamiento que tenemos favorecen la especulación y no favorecen el arraigo rural”.
-En este punto tenemos que preguntarte a qué apuntan las propuestas de reforma agraria que lanzó al ruego Grabois…
-Juan decía que hay que darle tierras a 50 mil familias. ¡Se quedó corto! Estamos diciendo que en 40 años desaparecieron 200 mil productores. Entonces, donde haya tierra improductivas hay que ponerla a producir con familias que hoy arriendan la tierra para producir alimentos. Nosotros estamos diciendo que las familias tienen que acceder a la tierra para producir alimentos.
-Quienes sienten miedo vinculan esta propuesta de reforma agraria con expropiaciones- le apuntamos.
-Deben ser políticas de consenso. En este tema tiene que haber un consenso nacional, no importa el color del partido que sea. Donde haya tierra fiscal improductiva tiene que haber familias produciendo. En tierra ociosa, tiene que haber familias produciendo- insiste Lautaro, para quien podrían habilitarse zonas cercanas a los ferrocarriles o en campos del Estado que hoy están improductivos.
“También tiene que haber municipios que deseen localizar un cinturón hortícola en su zona o pequeñas unidades de chacra, para ofrecer alimentos de cercanía a esos pueblos y que no tengan que traer tomate o lechuga o lechones con fletes de 1.000 kilómetros”, añade el agrónomo.
-¿Y qué país toman como ejemplo exitoso de estas políticas?
-Cada país tiene su realidad. Nosotros vemos con buenos ojos políticas de como la de la pequeña agricultura en Francia, que hace una promoción muy importante al arraigo rural, que no es solo tierra sino que también es caminos rurales, salud, capacitación. Bolivia también está teniendo un proceso muy interesante. Era el país más atrasado de la región pero ahora está creciendo porque se planteó una política de desarrollo rural con los agricultores en el territorio. Y también hay que rescatar lo bueno que hizo Argentina, que también tuvo en su historia políticas de acceso a la tierra y desarrollo rural, con población migrante. ¿Qué fue el Grito de Alcorta si no una expresión de los pequeños agricultores que arrendaban?
No tiene idea de lo q habla.Muchos pequeños propietarios arriendan sus campos a vecinos.por una cuestión de escala.Incluso hay miles de productores q se transformaron en contratistas.por una cuestión de rentabilidad.A quien piensa entregarle tierras? A los vagos.que no plantan una semilla de zapallo en su patio?Que deje de hacer demagogia.
No entiendo mucho del tema pero ese es un régimen comunista que fracasó en todo el mundo. Hablan pero cuando llegan los hechos las palabras se pierden en el olvido.
Pero tampoco está claro una política desarrollista del mercado … por eso surge este despelote en la macroeconomía y que afectan enormemente a las Pymes rurales …. habría que consensuar programas