La sangría en el sector yerbatero continúa. A la Cooperativa Andresito, que días atrás anunció una cesación de pagos “debido a la situación económica actual”, se le suma por estas horas la Cooperativa Agrícola Km. 16 de Oberá, quien tampoco puede cumplir con el pago a parte de sus socios, a raíz de cheques rebotados del molino al que le envían yerba canchada.
“La cooperativa tiene 20 años. Está conformada por 20 socios y compramos yerba a terceros productores. Son unas 110 familias de las cuales unas 50 no cobraron. La bomba explotó hace 60 días con los primeros cheques rebotados de la yerba canchada que le vendimos al molino La Hoja. Eso hizo que rebotaran nuestros cheques”, contó a Bichos de Campo el productor y tesorero de esa cooperativa, Pato Koch.
Por año, la Cooperativa Agrícola compra unos 8 millones de kilos de hoja verde, que una vez secos se transforman en unos 3 millones de kilos. Entre un 10% y un 15% de lo obtenido se destina a producción propia, que sale al mercado bajo la marca “Yerba Progreso”. El resto se destina a distintos molinos para su estacionado, entre los que se encuentra La Hoja.
“El resto de los molinos no pagó bien. Nosotros vendimos lo que pudimos para cubrir nuestros cheques y pagarle a los colonos pero no teníamos más resto. Lo que nos dicen es que no tienen consumo, que no se vende, que no tienen como cubrir ellos. Esperan que ojalá la venta mejore, que para marzo, abril, mayo y junio creen tenerlos levantados. ¿Pero cómo aguantamos si el gobierno no nos a una mano, al menos para pagarle a los productores? Eso pedimos, un crédito blando para acomodar. Y con los bancos ya estamos hablando para refinanciar”, indicó Koch.
La situación se vuelve un triste ejemplo más del impacto que ha tenido la política yerbatera llevada adelante por el gobierno nacional o, mejor dicho, la ausencia de ella.
Datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) dan cuenta de una caída del precio real de la hoja verde de casi el 46% entre diciembre de 2023 y junio de 2025, en un contexto de un Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM) vaciado de funciones, que no pudo continuar definiendo precios de referencia para los productores.
Esto se vio agravado aún más por el ingreso de yerba desde países como Brasil, que entre octubre de 2023 y el mismo mes del 2024 registraron un crecimiento del 221,3%. En 2025 la marca superó los 10.5 millones de kilos importados, lo que presionó aún los precios locales.
Hace algunas horas, el presidente de Cooperativa Andresito, Juan Carlos Amman, dijo en una entrevista con el Canal 12 que la situación fue “mal interpretada” y que lo que se frenó fue el pago al contado, más no el pago en diferido.
“Estén tranquilos, la cooperativa en ningún momento estuvo en situación de quiebra. Nuestro problema es financiero y no económico. Tenemos los depósitos con yerba. Hay que entender que los pagos por ahí no se puede hacer siempre de contado”, señaló Amman en un intento por llevar calma a los socios.
Sin embargo, casos como el de la Cooperativa Agrícola Km. 16 muestran que la lógica del pago diferido, en un contexto de precios planchados y costos que siguen evolucionando, no es una en la que todos los productores pueden sobrevivir.
Este es un tema que hubiera sido especialmente interesante discutir en el marco de la primera reunión del Directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) con su nuevo y flamante presidente, el contador público Rodrigo Martín Correa, que llegó al cargo por medio del Decreto 873/2025, que lleva la firma de Javier Milei y Luis Caputo.

En la misma participaron los representantes de los distintos actores de esa cadena: productores, trabajadores rurales, secaderos, cooperativas e industria, como así también de los directores por el Gobierno de Misiones y del Gobierno de Corrientes.
Sin embargo, poco se sabe del temario que se trató en ese encuentro, sobre el cual se mantiene bastante hermetismo. A pesar de las reiteradas consultas de Bichos de Campo a varios de los asistentes, el silencio de radio se mantiene.




