Un lote específico de queso Cremón doble crema, uno de los productos más difundidos del mercado lácteo argentino, fue alcanzado por una alerta sanitaria luego de detectarse la presencia de Listeria monocytogenes en el marco de un muestreo oficial. Este hallazgo puntual generó una reacción inmediata de la empresa y la intervención completa del andamiaje sanitario nacional.
El producto involucrado es el Queso de pasta blanda Cremón doble crema, marca La Serenísima, en su presentación de 500 gramos, lote 2703, elaborado el 3 de julio de 2025 y con vencimiento el 11 de septiembre de 2025, producido en la planta de Mastellone Hnos. de Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires. Ese es el universo completo del problema.
La detección surgió de un muestreo microbiológico oficial realizado por el SENASA, cuyas muestras positivas fueron remitidas al Instituto Malbrán en el marco del sistema de vigilancia genómica de Listeria monocytogenes. A partir de allí, se notificó a la ANMAT, que emitió la alerta sanitaria correspondiente.

Según informó la propia empresa elaboradora, la autoridad sanitaria detectó un “desvío microbiológico” en una muestra de monitoreo. Un dato relevante es que las contramuestras oficiales tomadas en simultáneo dieron resultado negativo. Aun así, y sin discutir el criterio de máxima precaución, se activó el protocolo de contingencia.
Ese protocolo incluyó el retiro inmediato del lote del mercado, su decomiso y destrucción, la suspensión preventiva de la línea de producción durante dos semanas, y un muestreo exhaustivo tanto del producto como del ambiente de elaboración. El foco de contaminación fue identificado y eliminado bajo supervisión del SENASA, que continúa con un programa de vigilancia reforzada sin que hasta el momento se hayan detectado nuevos hallazgos.
Si bien el producto se encuentra fuera de su período de aptitud para el consumo, tanto la ANMAT como el SENASA sostienen la advertencia por la posibilidad de que algún consumidor haya conservado el queso más allá de su fecha de vencimiento mediante congelación o almacenamiento en freezer.
En ese escenario residual -y solo en ese- se recomienda no consumir el lote 2703, ya sea fraccionado o congelado, con especial énfasis en mujeres embarazadas y personas inmunosuprimidas. No se trata de una alerta generalizada ni de una recomendación extensiva a otros productos, marcas o fechas de elaboración. Es decir que no hay que alarmarse ni dejar de consumir ese queso, solo chequear que no sea del lote 2703.
La Listeria monocytogenes es una bacteria ampliamente conocida por los sistemas sanitarios. Está presente en el ambiente, puede crecer a temperaturas de refrigeración y se elimina por cocción. La enfermedad que provoca, la listeriosis, suele cursar de forma leve en la población general, con síntomas gastrointestinales. Sin embargo, en grupos de riesgo puede derivar en cuadros graves como meningitis, septicemia o abortos, razón por la cual es de notificación obligatoria y amerita respuestas rápidas.
Los alimentos más comúnmente asociados a esta bacteria incluyen fiambres, embutidos, lácteos elaborados con leche no pasteurizada, vegetales crudos y pescados crudos o ahumados. Nada fuera del radar habitual de los controles bromatológicos.
En línea con la alerta nacional, el Ministerio de Salud de Santa Fe, a través de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAL), reforzó la recomendación de no consumir el lote afectado en caso de que aún esté en poder de consumidores. La provincia replicó la información técnica, aclaró el alcance real del riesgo y recordó que el sistema de vigilancia . epidemiológica permanece activo ante cualquier caso sospechoso.
El episodio del queso Cremón no expone un colapso sanitario ni una falla estructural de la industria láctea. Por el contrario, muestra un sistema que detecta, alerta, retira, investiga y corrige. También exhibe una empresa que, aun con contramuestras negativas, activó un protocolo completo y documentado, y autoridades que sostienen el principio de máxima precaución sin sobreactuar.




