Unos 350 jóvenes de cada rincón del país, desde Formosa a Río Gallegos se encontraron este fin de semana largo en Santa Rosa, la capital de La Pampa, para celebrar el Congreso Anual de Ateneo CRA, un espacio que opera como “semillero” de los futuros dirigentes del agro.
Desde el vamos, la elección de la fecha marca el tono del encuentro, pues los ateneos están formados por jóvenes de entre 15 y 30 años de edad, que van al colegio, estudian en la universidad o trabajan pero bajo ningún aspecto quieren perderse la oportunidad de encontrarse a debatir, formarse y aprender al menos una vez al año.

“Es cuando está más viva la imagen del federalismo. En el Congreso Anual se ve cuántas realidades, voces, experiencias y demandas distintas tiene el agro argentino, pero también lo que hay en común en esa diversidad”, explicó a Bichos de Campo el presidente de la entidad, Valentino Costamagna.
Durante los dos días que duró el encuentro, lo cierto es que hubo tiempo para todo: para hablar de producción, para pensarse como sector, para introducir el “coaching” a la futura dirigencia rural y hasta para compartir con los mayores.

Lejos de ser un espacio simbólico, los ateneos de cada entidad rural han sido, y son, un lugar de formación activa de referentes. “Es la base de la innovación del sector, porque tiene músculo propio y peso real”, expresó Costamagna.
A sus 22 años, el futuro economista es, desde el mes de marzo, la máxima autoridad de Ateneo CRA, la cabeza de toda una gran estructura de base federal que reproduce la que tiene la gremial que los apadrina.
Es decir que, así como existe una mesa nacional, también hay ateneos de jóvenes de cada una de las confederaciones que componen a CRA -como Carbap, Cartez, Federsal y otras tantas a lo largo del país-, que a su vez responden a sus bases, es decir, las rurales y entidades que hay en cada ciudad. “Es laburo gremial puro y duro”, señaló Valentino.
En su caso, por ejemplo, sus primeros pasos los dio hace ya varios años en el Ateneo de la Rural de Villegas, nucleado en el Ateneo de Carbap y bajo el paraguas del Ateneo CRA. De esos espacios, de hecho, han surgido dirigentes rurales que hoy ocupan importantes puestos, como es el caso de Ignacio Kovarsky, actual presidente de Carbap.
Durante los dos días de congreso, la agenda estuvo cargada de propuestas gremiales y técnicas de primer nivel. Sobre agricultura disertó Martín Díaz Zorita, y sobre ganadería Ricardo Gutiérrez, ambos destacados académicos del sector.
Para hablar del mercado de granos, con proyecciones de corto y mediano plazo, estuvo Paulina Lescano y, siguiendo con el análisis económico, Ernesto O’Connor hizo una evaluación del contexto actual. Los módulos específicos sobre manejo y tecnología estuvieron a cargo de Enrique Llorenz y Pablo Echeverry.
Además de la información más “dura”, hubo también espacios de reflexión y construcción de liderazgo: Paula Barrios Barón abordó las formas de expresión, Sol Carrettoni disertó sobre la comunicación y el rol de las mujeres en el agro, y hubo un panel exclusivo para conocer las historias de los actuales dirigentes y conocer sus experiencias como productores y ruralistas.

“Fue verdaderamente exquisito en términos de contenido”, evaluó Costamagna, que se mostró muy contento con el saldo del encuentro anual, el resultado de meses de preparación y una enorme logística. De hecho, cada edición se lleva a cabo en un rincón distinto del país, y la sede se vota en el marco de la mesa nacional del Ateneo CRA.
“A nivel personal, cuando vi la convocatoria, el entusiasmo, y el nivel de los paneles, vi plasmada la obra que nos habíamos propuesto”, agregó.

Hubo quienes tuvieron que estar toda una semana fuera de su casa para asistir esos dos días, quienes viajaron cientos de kilómetros y combinaron medios de transporte, y quienes probablemente durmieron poco para asegurarse que el encuentro se luciera.
Y de eso se trata, asegura el joven dirigente, que considera que esta es una forma de que, a futuro, haya tomadores de decisión formados, que “sepan identificarse con una camiseta y defender el nombre de una institución”, más que quedarse únicamente en el plano de la política partidaria.
“Esto habla del compromiso real, porque hay que venir a capacitarse, debatir y construir. Más que turismo, esto es vocación”, expresó Costamagna.





