Gonzalo Agusto, economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba, es el nuevo presidente de Argentrigo, la entidad que reúne a la cadena de valor del cereal que este año tendrá una cosecha récord que genera nuevos desafíos, sobre todo en cuanto a la comercialización. Además en la cadena cada eslabón tiene sus intereses y muchas veces son contradictorios.
“Es un gran desafío tanto a nivel personal como profesional asumir este rol y buscar consensos dentro de los actores trigueros”, comentó Gonzalo quien resaltó que “es fundamental tener un punto de encuentro que permita visibilizar las necesidades y expectativas de cada sector”.
Con respecto a los desafíos de la cadena, mencionó: “Hay varios, algunos que son estructurales y también comunes a otras cadenas, como por ejemplo la infraestructura y la presión impositiva”.

En tal sentido destacó: “La idea es trabajar y poner la mejor voluntad para alcanzar consensos que favorezcan el desarrollo de toda la cadena del trigo”. La voluntad de comunicar y colaborar será esencial para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que se presenten en el futuro.
Dentro de este contexto, también destacó que “los derechos de exportación al trigo generan un desincentivo a la producción”, lo que representa un obstáculo adicional para los productores que buscan maximizar sus rendimientos.
Con respecto a la campaña de este año, Gonzalo se mostró optimista. El volumen de cosecha será récord, aunque hay problemas de calidad serios, lo que deprime los precios. Esto pone más en evidencia el castigo que tiene el precio que recibe el productor por la aplicación de retenciones de 9,5%.
“Sin esos derechos de exportación, la situación sería mejor. La presión fiscal en el sector limita el potencial de crecimiento”.
Monumental: La nueva estimación de la cosecha argentina de trigo es de 25,5 millones de toneladas
En cuanto al manejo de la comercialización, Agusto expresó: “El productor lo va a ir definiendo de acuerdo a sus necesidades”. Como economista, él sugirió la importancia de una planificación cuidadosa. “Es crucial que los agricultores tomen decisiones con más información y con más datos”, agregó.
Además, se adentró en los desafíos que enfrenta la industria molinera, reconociendo que “hay mercados de gran crecimiento al que hay que apuntar”.
Gonzalo argumentó que el consumo interno está estancado y “hay un potencial muy grande en la exportación pero para lograrlo es necesario “seguir avanzando en la cadena de valor y ser más competitivos a través de la disminución de la presión impositiva y de los costos laborales”, lo que facilitaría el acceso a nuevos mercados.
En cuanto al panorama de la exportación señaló que, “si bien enfrentamos competencia de países como Australia y Rusia, la calidad del trigo argentino y nuestras prácticas agrícolas pueden abrir puertas a mercados en África y Asia”. Este aspecto resalta la necesidad de trabajar en la percepción internacional de Argentina como un proveedor confiable.




