Alfredo Cassani es el CEO del grupo Lequio, la empresa que más plantas frigoríficas tiene en la Argentina luego de que este año incorpora al grupo Mattievich. Actualmente reúne cerca del 7% dela faena nacional.
El directivo habló de la tensión de precios en el mercado ganadero. “Hay preocupación por lo que está pasando, no hay argumentos del lado del consumo ni de la exportación para convalidar estos precios, pero todos necesitamos seguir operando. Creo que se viene un rebote hacia abajo”, consideró.
Cassani formó parte de un panel de varios importantes empresarios de la agroindustria en el Congreso realizado por la consultora Agroeducación que se hizo el jueves en la Bolsa de Comercio de Rosario. Allí dio su visión de lo vendría que para el rubro de la carne vacuna.

Este año, y sobre todo en las últimas semanas, los valores de la hacienda de cría y de la invernada no paran de subir, y eso está generando problemas entre los frigoríficos y matarifes que no pueden trasladar esos mayores precios ni a la góndola ni a los mercados externos, que no los convalidan. En este contexto, todos dicen que las cuentas no cierran y que, si esto se prolonga, alguien saldrá mal parado.
Como reza el dicho, “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Son varios los que creen que esta fiesta de precios podría terminar en una mayor concentración de las industrias. “El aumento del precio de la hacienda no tiene argumentos sólidos en el consumo ni en la exportación”, agregó Cassani, que justamente trabaja en este sector.

Los matarifes le dan la razón. Pese a no contar con instalaciones fijas, ellos tampoco logran trasladar a la góndola los incrementos de la hacienda. En los mercados mundiales, mientras tanto, hay precios en baja. Luego de una corrección, el valor del dólar quedó en 1400 pesos y además volvieron las retenciones del 5% a la carne, que se habían suspendido sólo por octubre.
“Los precios en góndola ya superan los 25.000 pesos el kilo de asado, una cifra difícil de sostener, y los carniceros mismos transmiten que ese valor no está justificado. Respecto a la exportación, si bien se alcanzan precios históricos en el mercado internacional, la industria en Argentina ya golpeó sus límites económicos, y además hay una baja en el precio de los cortes Hilton en Europa, mientras que en China, que está por decidir sobre un posible cupo o cuota la semana que viene o si pone más aranceles, el mercado continúa detenido”.
En cuanto a los subproductos -el cuero, el cebo, la harina, la tripa- Cassani reconoció que tienen valor bajo: “Valen lo que valen y no alcanzan a cubrir los costos en Argentina”, como ha sucedido históricamente con el llamado “recupero” de la industria.
En este aspecto, Cassani dijo que la cadena cárnica tiene que salir de la lógica productiva de los últimos años y lograr un salto de eficiencia marcado.
“El problema principal está en la situación del stock ganadero y en la eficiencia de la producción. El futuro de la cadena depende de aumentar la cantidad de kilos producidos por animal. Actualmente, el promedio es de 235 kilos por animal, muy por debajo de países como Australia, que genera más de 300 kilos, o Estados Unidos, con más de 400. La clave para mejorar los precios y la competitividad será entonces incrementar esa producción por animal, algo que solo se logra con una mejor alimentación y manejo de los rodeos”, estableció el empresario.
Esta visión es compartida por muchos actores del negocios. , entre otros por Miguel de Achával, CEO de Inversora Juramento, a quien entrevistamos recientemente en Bichos de Campo.
Cassani también advirtió sobre las ineficiencias existentes en la alimentación del ganado. Aunque el feedlot crece y la industria frigorífica tiene cada vez más animales en esos establecimientos de terminación, como estartegia para asegurarse su materia prima, todavía se trabaja con “sistemas obsoletos y sin una renegociación de los acuerdos comerciales que permitan una producción más eficiente y orientada a la exportación sin restricciones futuras”.

Para el directivo del grupo Lequio la solución pasa por un cambio profundo en la forma en que se produce y se gestiona la cadena ganadera argentina: “Tenemos que pensar en cómo renegociar acuerdos, mejorar la calidad de la alimentación y aumentar los kilos por animal para estar a la altura de los mercados internacionales, especialmente en un escenario de exportaciones sin restricciones en el futuro”.




