Luis Alberto Tazzioli produce en San Luis terneros Angus fuertemente demandados por su calidad y estado corporal. Allí tiene el 80% de su rodeo de cría y el otro 20% en Coronel Moldes, Córdoba.
Para lograr esos terneros este productor viene invirtiendo en genética, manejo, pero también destaca las bondades de producir en una zona semi-árida: “De todos los lugares que conozco, es el mejor clima para la recría y para la vaca de cría. Es un lugar seco, lo que ayuda mucho en el mantenimiento del ternero y como hay poca humedad la sanidad del rodeo es excelente”, afirmó con entusiasmo.

Su establecimiento trabaja exclusivamente con la raza Angus, que ha considerado fundamental para sus objetivos de mejorar la eficiencia productiva.
“Estamos mejorando la genética incorporando reproductores de calidad, hemos comprado toros en buenas cabañas, y la verdad es que nos está yendo bastante bien”.
Esta inversión se refleja en resultados de parición y destete. “En San Luis tuvimos un año excepcional. La lluvia ayudó mucho, y logramos un 92% de parición. El destete lo llevamos a 250 kilos en adelante, con una recría que hacemos en varias etapas: en San Luis, en Coronel Moldes, dependiendo de la disponibilidad y las condiciones climáticas”, detalla.
“Nos viene yendo muy bien y tratamos de gastar lo que tenemos que gastar en genética, porque vemos los resultados”, afirma con convicción. La visión de futuro es clara: continuar mejorando y aprovechar las condiciones de la zona para mantener una ganadería rentable.
Luis Alberto también explicó que parte de lo que produce lo recría y engorda. “Vendemos sólo pare de los machos, nos quedamos con las hembras para reponer madres o recrías y engordar”.
La recría es en San Luis en campos de pasturas, y su estrategia de engorde combina pastoreo y corrales. De la recría salen con 270 kilos para luego ingresan al feedlot, de donde salen novillos de 420 a 470 kilos.
Tazzioli está muy conforme con la situación de la ganadería. Este año el buen clima favoreció las recrías y los precios tuvieron aumentos significativos al punto tal que logran compensar, en algunos casos al menos, las pérdidas que se dan en las siembras de granos.
“La ganadería está pagando con su rentabilidad pérdidas que tuvimos en la agricultura. Este año no nos fue bien en los campos de Buenos Aires, en Río Cuarto y en San Luis, donde sembramos maíz y otros cultivos para doble propósito. La sequía y las malas cosechas han afectado bastante”, explicó.




