El pasado domingo por la mañana, el Frigorífico El Abasto SRL, ubicado en la ciudad de Posadas, sufrió un incendio de gran magnitud que arrasó con la playa de camiones y buena parte del sector fabril, provocando daños casi totales en la maquinaria e instalaciones destinadas a la elaboración de fiambres y embutidos.

Federico Panozzo, gerente general de El Abasto y segunda generación al frente de la empresa, relató a Bichos de Campo el impacto del siniestro que se inició en la sede industrial. El empresario, quien además es vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas, recordó el momento del aviso: “El domingo me llaman de urgencia y me avisan que se estaba incendiando la empresa. Inmediatamente nos acercamos; el encargado y otros colaboradores que viven en el barrio llegaron antes. Por los primeros indicios, lo que sabemos es que hubo una falla eléctrica en un tablero del sector de la playa de camiones”.

Esa falla habría provocado la combustión inicial en los vehículos y, una vez que el fuego alcanzó el techo, se extendió rápidamente hacia la fábrica: “Allí fue el daño más importante. Lamentablemente, pese a tratarse de maquinaria hecha en acero inoxidable, al levantar tanta temperatura se derritieron los componentes eléctricos, literal se cocinaron por dentro”.
El trabajo de los bomberos demandó varias horas, pero permitió salvar la parte de oficinas, el nuevo local comercial y las cámaras donde se almacenan los productos terminados. “Esto nos permite que esta semana, por lo menos, podamos seguir trabajando”, explicó Panozzo.

Ahora, con el fuego sofocado, la empresa espera la finalización de las pericias de la policía, los bomberos y el seguro. “Tenemos stock para trabajar lo que resta de la semana, pero llegamos con lo justo al sábado. Carne trozada podemos seguir vendiendo porque se procesa en el sector que se salvó, aunque representa una parte mínima comparada con nuestros productos con valor agregado”, expresó el empresario.
La producción de fiambres y embutidos, la línea principal de la empresa que se comercializa bajo la marca Campo San Isidro, permanece totalmente paralizada. En El Abasto trabajan cincuenta personas y la firma venía de un proceso de reestructuración por la situación económica, en el intento de sostener tanto la producción como las fuentes laborales.

Con más de treinta años en el mercado local, El Abasto es una empresa familiar construida con esfuerzo y años de inversión. “Mis padres entraron al negocio comenzando con la distribución de carne. Después se afianzaron en el rubro e invirtieron en la fábrica de fiambres y embutidos”, recordó Panozzo. Por eso, el golpe emocional es fuerte: “la sensación es de un dolor en el corazón. Más allá del dinero, lo duro es que todo eso se construyó con mucho tiempo. Papá siempre que tuvo un mango lo invirtió y le agregaba algo a la fábrica”.
Panozzo destacó el acompañamiento de familiares, amigos y colegas del sector, un apoyo que definió como fundamental para seguir adelante. “Nos han llamado empresas de toda la provincia ofreciéndonos maquinaria y su espacio para producir. En las góndolas somos competidores, pero en realidad nos manejamos como colegas. Compartimos proveedores, repuestos, y en esta situación todos ofrecieron ayuda. Estamos evaluando cómo avanzar”. También agradeció la presencia del ministro de Industria, que se acercó el mismo día del incendio.

El gerente recalcó especialmente el trabajo de los bomberos: “El fuego fue tan agresivo que, si no lo frenaban, la tragedia iba a ser absoluta. Las oficinas y las otras áreas están muy cerca. Incluso el local nuevo, que reinauguramos hace un par de meses”.
Aun así, Panozzo reconoce que la recuperación no será inmediata. “Esto no es dar vuelta la página así nomás. Hay cuestiones financieras que tendremos que atender. La situación ya venía difícil y mucho más ahora para afrontar algo así. Pero nos estamos ocupando. Estamos en marcha, con mucho apoyo y buscando opciones para producir en otro lugar y seguir generando ingresos. Vamos a continuar”, sentencia.





