Una situación inédita se está registrando en el Mercosur –la principal región productora y exportadora de soja a nivel global–, ya que en plena cosecha estadounidense del poroto los valores FOB se mantienen elevados con embarques programados en niveles récords.
Datos oficiales muestran que a la fecha para el presente mes de noviembre se registran embarques argentinos de poroto y harina de soja programados por 2,99 y 1,90 millones de toneladas respectivamente, cifras muy altas para esta época del año en lo que respecta al poroto. En el mismo mes de 2024 las exportaciones de ambos productos habían sido de 77.170 toneladas y 2,94 millones de toneladas.
Los embarques programados en el caso de Brasil también son elevados con cifras previstas por Anec –entidad que nuclea a las principales compañías agroexportadoras– de 4,26 millones de toneladas de poroto y 2,46 millones de toneladas de harina de soja.
Luego del anuncio de un acuerdo comercial entre EE.UU. y China, realizado dos semanas atrás, los valores FOB de la soja estadounidense comenzaron a recuperar posiciones para finalmente empalmarse con la soja brasileña.
Esa dinámica, que contribuyó a brindar firmeza a los valores de la soja sudamericana, sobrevalorizó a la soja estadounidense, llevándola a un nivel de precios que no resulta competitivo para los importadores chinos con respecto al poroto originado en Brasil.
Para colmo el precio FOB Golfo de México contempla una realidad que aún no sucedió, que es el pleno restablecimiento de las relaciones comerciales entre ambas potencias, algo que, por el momento, es sólo una promesa.
Los propios datos oficiales del USDA, correspondiente al pasado 10 de noviembre, muestran que los compromisos comerciales en soja 2025/26 suman apenas 8,88 millones de toneladas, una cifra 42% menor a la registrada en la misma época del año pasado (por fortuna lo que no está generando en soja se compensa en parte por el buen desempeño comercial del maíz estadounidense).
Luego de la euforia inicial, comienzan a aparecer en EE.UU. interrogantes y dudas sobre la evolución del negocio de la soja en la presente campaña. Por fortuna, el balance de oferta y demanda en EE.UU. está lejos de ser holgado y Sudamérica va camino a enfrentar una fase estival “La Niña”, lo que reduce el margen de acción de los pesimistas en el mercado.







