El año pasado, para intentar promover una mayor volumen de adhesiones a la plataforma Visec –sistema georreferenciado que permite realizar a nivel nacional una trazabilidad completa de las partidas de granos desde el campo de origen hasta el puerto de embarque–, compañías agroexportadoras ofrecieron bonificaciones que terminaron siendo dinero “tirado a la basura”.
Antes de que las autoridades de la Unión Europea anunciasen que prorrogarían por un año la implementación del reglamento 1115 (“antodeforestación”), la agroexportadoras realizaron ofertas de “soja Visec” con premios de 3,0 a 5,0 u$s/tonelada para sumar adhesiones de productores a la plataforma.
Finalmente, la entrada en vigencia del reglamento 1115, en lugar de iniciarse el 1 de enero 2025, se trasladó en principio para el primer día del año 2026. Eso hizo que gran parte de la “soja Visec” se terminará exportando este año con destino a China. Un despropósito.
Este año, además de no registrarse campañas como las instrumentadas en 2024, no existe en el mercado argentino apuro por poner la cuestión en la agenda ante la posibilidad de que la implementación del reglamento 1115 vuelva a ser postergado o bien flexibilizado por parte de la UE-27.
Ciertamente, si eso ocurre no será para darle una mano a los países proveedores, sino por las enormes complicaciones logísticas y comerciales derivadas de un régimen regulatorio dantesco como es el derivado del reglamento 1115.
Por otra parte, en el último año la cantidad de adhesiones de empresas agrícolas argentinas a la plataforma Visec se incrementó de manera sustancial, lo que asegura que el flujo de mercadería no experimentaría mayores inconvenientes cuando comience a regir el reglamento.
Adicionalmente, Paraguay ya dispone, al igual que la Argentina con el Visec, de un sistema de identificación y trazabilidad de soja y sus derivados para poder cumplir con la normativa 1115 de la Unión Europea, lo que asegura la exportación de poroto hacia su vecino del sur en el marco del régimen de admisión temporaria.
Cuando esté vigente el régimen, la exigencia para soja se aplicará a nivel nacional y estará contenida en los contratos de compraventa del poroto, lo que implica que, si Visec detecta que una partida de soja proviene de un establecimiento que deforestó más de una hectárea luego de la fecha de corte (31 de diciembre de 2020), entonces el sistema dará de baja a ese establecimiento y la soja producida en el mismo no podrá a partir de entonces ser vendida a ningún exportador.
 
			 
					



