Además de dedicarse a la cría de ovinos de la raza Hampshire Down, en su cabaña La Manfrina en Venado Tuerto, y de integrar la comisión directiva de la Asociación que nuclea a sus productores, Federico Manfroi también lleva con orgullo el mote de “preparador” de ovejas.
Como su nombre lo indica, ese oficio se vincula a la preparación de los animales previo a su participación en una exposición o remate, que poco tiene que ver con una mera cuestión estética. Por el contrario, el trabajo de personas como Manfroi puede ser clave a la hora de premiar o comprar a un animal.
“No es solamente que el animal esté bello sino que demuestre su potencial. Es resaltar sus dotes carniceros, todas las partes de sus cuartos. El Hampshire, por ejemplo, tiene una muy linda cabeza. Entonces es prepararla para que tenga una buena postura, algo que ayuda mucho en la jura”, contó el santafecino en conversación con Bichos de Campo, que aclaró que no se trata de “dibujar nada”, sino de marcar los atributos naturales.
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Las técnicas detrás de esto fueron aprendidas por Manfroi sobre la marcha. “Las ovejas me llevaron a este oficio”, suele decir, afirmando que lo perpetuó “por gusto”.
“Nosotros nacimos con agricultura, pero cuando empezamos con las ovejas y vi el tema de la preparación me enganché de una”, recordó.
Aunque no reniega de trabajar con otros, el cabañero realiza las preparaciones solo en la mayoría de los casos, lo que puede tomarle un día entero por cada animal. El trabajo arranca con el encierre a corral, para lograr un amanse, y una alimentación diferente a la del resto del lote.

“Empiezo unos días antes de la exposición. Al animal se lo baña en tres pasos: con presión de agua, siempre soportable, que permite sacarle toda la tierra. Luego se utiliza jabón blanco neutro, que se enjuaga con agua caliente, y después jabón blanco en polvo, que volvés a enjuagar previo al secado con sopladoras de doble turbina. Eso es lo que te lleva más tiempo”, indicó Manfroi.
Una vez que la lana está limpia, comienza el proceso más artesanal que consiste en el escardado de la lana, para lo cual se emplea un cepillo especial. Una vez finalizado ese proceso, con una tijera se da la forma final.
-¿Cuán importante es finalmente el preparado de un animal?- le preguntamos a Manfroi.
-Yo siempre digo que vos tenés un animal de 5 puntos y la preparación te lo puede llevar un 7. Y si tenés un animal de 7 puntos, puede ir a un 9. Entonces te puede ayudar mucho. Si no estás preparado, a veces puede ser que uno de 10 te baje a 7.
-¿Puede ser una salida laboral adicional en el campo esto?
-Puede ser, ojalá sea así. Creo que va a depender un poco de la cantidad de cabañas y de ovejas que haya en producción y en concurso, pero lo bueno es que muchas cabañas también empezaron viéndome a mí. Este año me pasó que me contrataron de Paraguay para dar un curso de preparador de animales.

-Con lo cual ya se está internacionalizando el oficio.
-Sí. Y es más, por primera vez este año voy a estar en la Exposición Prado, en Uruguay, trabajando con una cabaña de allá.
El próximo año, en el marco de la Exposición Rural de Palermo, los productores de Hampshire Down participarán del congreso mundial de esa raza, que por primera vez tendrá sede en Argentina. Allí, Manfroi espera que este oficio cobre protagonismo.
“Los ingleses nos eligieron a nosotros para hacerlo así que estamos muy contentos. Tuvimos una competencia cuando hicimos el curso de jurados con los ingleses de preparación. Yo trabajaba con otros cabañeros acá y ellos dieron el curso también, pero trabajan distinto que nosotros. Van con mayor medida de lana y te dan una posibilidad mayor de moldear un poquito el animal. Estuvo interesante y lindo”, destacó el cabañero.





