“El consumo de las principales carnes creció 3,6% en Argentina”, destaca en claro tono electoral un escueto comunicado de prensa de la Secretaría de Agricultura, que además destaca que “más del 50% de ese aumento corresponde a carne vacuna”.
El comunicado oficial está redactado como para que nadie entienda nada, sin cifras precisas ni datos claros. La información solo dice que el 3,6% de crecimiento en el consumo de las tres principales carnes, “de acuerdo a datos relevados por la Dirección Nacional de Producción Ganadera, en base a INDEC, SENASA y Aduana”, significa un incremento total de 3,98 kilos anuales per cápita, donde la carne vacuna, en particular, explica más del 50% de esta suba con 2,16 kilos. En menor medida entra la carne porcina y aviar, con 1,26 y 0,56 kilos, respectivamente”.
Bichos de Campo quiso colaborar con este arduo trabajo estatal y buscó la estadística correspondiente como para aclarar las cosas a sus lectores. En un gráfico elaborado con datos acumulados hasta agosto pasado, se concluye que el consumo per cápita promedio en lo que va del año sería de 113,63 kilos, sumando 49,90 kilos anuales de carne de vaca, 45,67 kilos de carne de pollo y 18,05 de carne de cerdo.
Como en agosto del año pasado esa misma suma daba una ingesta anual de esdas tres carnes para cada argentino de 109,65 kilos, de allí surge la mejoría del 3,6% entre un año y otro, equivalente a 3,98 kilos más por cabeza.
Sin ánimo de querer exigirle al secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, que si va a comunicar algo lo haga lo suficientemente claro como para que lo entienda hasta Karen Reichardt, que es candidata a diputada nacional y necesita traducir bien este tipo de datos positivos sobre la marcha de la economía para convencer a sus potenciales votantes, nos permitimos añadir alguna información adicional, que no sería tan halagüeña.
La estadística oficial, como corresponde, incluye una mirada más histórica, con los datos de los últimos años. Lo que correspondería para hacer un análisis correcto entonces es verificar la evolución del consumo a más largo plazo.
En ese sentido, la propia Secretaría de Agricultura (siempre comparando datos hasta agosto de cada año) confirma que aunque ha mejorado el último año, el consumo de estas tres carnes todavía se encuentra por debajo de los niveles que tenía en 2023, es decir antes de la llegada de Javier Milei al gobierno. De hecho, en ese año había sido de 116,26 kilos anuales per cápita, es decir casi 2,5 kilos más que ahora.
Lo que queda claro entonces es que más allá de la recuperación reciente del consumo, la película muestra que todavía la Argentina no recuperó los niveles de ingesta de carnes que tenía antes de la cruda devaluación de la moneda sucedida con el cambio de gobierno, en diciembre de 2023, que provocó un fuerte retroceso en el poder adquisitivo de la población.
El productor entonces más afectado fue la carne vacuna, que entonces (en los primeros ocho meses de 2023) había registrado niveles de consumo de 53,5 kilos per cápita, un año después (2024) retrocedía bruscamente a 47,74 kilos, y ahora (2025) se recupera parcialmente hasta los mencionados 49,90 kilos.
“Caber (sic) destacar que el consumo de carnes proporciona proteínas de alta calidad, algo muy importante y beneficioso para la salud en todas las etapas de la vida, porque otorgan los aminoácidos esenciales que el cuerpo humano no puede producir. Esas proteínas son una fuente muy importante de nutrientes y contribuyen, por ejemplo, al desarrollo y reparación de los tejidos musculares, los huesos y la piel. Es por eso que son fundamentales para tener altas las defensas y una dieta de excelente calidad”, destacó en su comunicado la Secretaría de Agricultura.