En el sector lechero, los más chicos son los que se llevan la peor parte. No sucede sólo con los tambos -que hoy asisten a un proceso de concentración- sino también con las pymes industriales, desde donde advierten que es cada vez más difícil sostenerse ante un consumo que no repunta y costos que, en cambio, no dejan de hacerlo.
Ese es un diagnóstico en el que coinciden en toda la cuenca. Días atrás, quien encendió las alarmas fue la APyMIL (Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Lácteas de la Provincia de Santa Fe), a lo que recientemente se sumó también su par cordobesa PyLaCor (Asociación de Pymes Lácteas de Córdoba), que señaló que la situación es “sumamente compleja e insostenible”.
El problema que acucia a las pymes lácteas es el desfasaje que perciben entre el costo de su materia prima y lo que luego sucede en las góndolas. En efecto, motorizado por la demanda de las grandes firmas del sector, el precio de la leche en el tambo se mantiene elevado, mientras que, en paralelo, los precios de venta caen por el enfriamiento del consumo.
Como el único destino de estas pequeñas y medianas empresas es el mercado interno, lo que allí sucede condiciona su negocio. Al respecto, desde PyLaCor señalaron que este “desconoce las leyes de la oferta y la demanda, ya que por más que se bajen los precios, la cantidad demanda no responde en forma inversa”, y eso es lo que genera exceso de stock de productos elaborados.
En el aumento generalizado de costos, el de la leche es sin dudas uno de los que mayor impacto tiene. La propuesta esgrimida por las pymes santafesinas en el último comunicado difundido fue que este se defina por calidad en vez de cantidad, para evitar que la demanda de las grandes industrias las deje fuera del mercado.
El mayor problema, agregan desde la entidad cordobesa es “la imposibilidad de trasladar el costo a los precios de productos elaborados”, que es lo que torna “insostenible” el negocio.
Lo cierto es que la crisis que golpea de lleno al sector industrial ya se ve en casos concretos, como lo que sucede en firmas como Verónica, La Suipachense y La Lácteo. Más allá de la empresa en sí, desde PyLaCor recuerdan que una quiebra también “impacta directamente en la economía de las ciudades y pueblos”, en su mayoría dinamizados por esta actividad.
“Se necesita seriedad en las medidas o políticas que se toman en la órbita nacional”, expresó en su comunicado la entidad cordobesa, que pidió a los gobiernos provinciales y municipales acompañamiento y visibilización, y a las entidades gremiales de los trabajadores que “también adviertan de la seriedad de la situación”.