La Juana Paulina, La Suerte, Don Santiago, Los Teraca y Las Dos Amigas. Esos son los cinco establecimientos agropecuarios del sur de Bragado que hace casi un mes están aislados por un pozo que corta el único camino que los conectaba con el pueblo de Olascoaga.
No son sólo productores que no pueden sacar sus animales, la leche del tambo o ingresar la maquinaria para sembrar. Primeramente, son familias completas a las que moverse para hacer compras o atenderse en el médico significa el riesgo de quedar varados o romper su vehículo.
Y lo más curioso es la razón por la que eso ocurre. “Se han hecho cosas mucho más difíciles, ¿cómo no se va a poder tapar un pozo?”, se pregunta la productora Paulina Bourdieu, que representa una de las 5 familias atravesadas por la indiferencia.
“Me dicen ´qué lástima me da Paulina, no puedo hacer nada por vos´. Pero si no pueden hacer ustedes, déjenme hacer a mí”, expresó, en diálogo con Bichos de Campo. Es que hoy es tal la desesperación que ya ni siquiera piden recursos o dinero del Estado, sino que los dejen tomar la posta y poder trabajar ellos mismos para solucionar el problema.
Hasta ahora, las únicas puertas que pudieron tocar fueron a nivel local, y sólo le han visto la espalda a las autoridades. Mientras tanto, a pocos kilómetros de sus campos, las máquinas municipales ponen a punto el camino que conecta el pequeño pueblo de Olascoaga con la ruta 5 para que, dentro de 20 días, lleguen cientos de personas a la gran fiesta por el aniversario de su fundación.
“Van a hacer un recital el 2 de noviembre pero los que estamos en la zona rural no podemos llegar ni a comprar víveres”, lamentó Bourdieu, que considera que “no es el momento de festejos, sino de poner el hombro”, pero sabe que eso está muy lejos de las prioridades gubernamentales en este momento.
“Pareciera que la orden es no hacer nada”, expresa.
A esa altura del interior bonaerense, el problema está en el Canal Mercante, que recibe agua de municipios muy complicados, como 9 de Julio, y eso compromete aún más la situación de las localidades del sur de Bragado.
Particularmente, explican, los que hoy se llevan la peor parte son Olascoaga y Comodoro Py. “Es como si el plan fuera que nos inunden a nosotros para que el resto siga adelante”, denunció la productora. El agravante es la falta de cunetas y tubos en la red de caminos rurales, que convierten al desborde del Mercante en un problema de todo el interior del partido.
En ese sentido, al día de hoy, lo que más le preocupa a esas 5 familias no es lo que sucede con el canal. “Eso es un problema secundario ya”, asegura Paulina, que, al no tener una vía de salida hacia el pueblo, ya el problema no es tener agua en el campo sino ni siquiera poder evacuar a los animales.
A eso se suma los muchos trabajadores que, al no tener más que una moto o un auto tradicional, no pueden llegar a los campos o, viceversa, salir de ellos, lo que hace más cuesta arriba el trabajo diario.
“Si en unos días esto no lo podemos solucionar, se cierra la fábrica. Yo sólo quiero poder salir de mi casa y trabajar, nada más”, concluyó la productora, que sabe que hoy se juega ya sus últimas “balas” en la recámara con un proyecto en el que trabajó toda su vida.
Tengo amigos allí, y realmente es repelente como los políticos se lo pasan por la parte baja de la espalda a los pedidos. Y conténtense…menos mal que además de la fiesta, no se le ocurre al intendente de Bragado hacer un circuito de rally, como el impresentable de 9 de Julio. No se puede votar más, no esta mafia organizada y criminal!