En cadena nacional, Javier Milei presentó, por segunda vez en su mandato, la “Ley de leyes” para el año entrante. En este caso, el Presupuesto 2026 llegaría con buenas noticias para el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que, tras un año de turbulencias y recortes presupuestarios por el intento fallido del Poder Ejecutivo de intervenirlo para cortar su autarquía, podría contar con un incremento en sus partidas que sería mayor al de otras reparticiones.
Según consta en los gastos que tiene estipulado el Ministerio de Economía para los organismos descentralizados bajo su órbita, en 2026 el INTA recibiría 258.330 millones de pesos, lo que representa un 18% de aumento respecto a lo que le fue entregado este año, 233.330 millones.
Del total de los entes que apadrina Hacienda, el instituto es el que mayor incremento presupuestario tendrá, levemente por encima de la Comisión Nacional de Valores (CNV), para la cual será del 17% en 2026. Además, el aumento será superior a la inflación proyectada para el año siguiente, 10,1%.
Claro que, para que se haga efectivo, el Presupuesto 2026 deberá ser aprobado por el Congreso. Hasta el momento, el gobierno ha operado con el de 2023, que fue prorrogado ya en dos ocasiones y ha permitido licuar gastos y tener mayor discrecionalidad en la asignación de partidas. Por eso es que, hasta su tratamiento en el recinto, esto no es aún una buena noticia para el INTA.
Asimismo, cabe destacar que de ninguna manera este incremento iría en contra del “ancla fiscal” que defienden desde Casa Rosada, ya que el INTA es superavitario en sus recursos. De acuerdo a los registros difundidos por la Oficina Nacional de Presupuesto, el denominado “Fondo INTA” recaudaría 905.711 millones de pesos el año que viene, casi en su totalidad gracias a los recursos impositivos como la tasa de estadística y un impuesto a la importación que fue creado específicamente para financiar la investigación agropecuaria.
Sin embargo, en caso de aprobarse el Presupuesto 2026, al organismo solo se le entregará una tercera parte de esos ingresos que recauda, y que irán a parar, sobre todo, a gastos de personal. De los 258.330 millones de pesos, se espera que 202.000 millones se destinen a esa categoría, unos 6.300 millones a bienes de uso, 16.500 millones a servicios no personales y solo 1.800 millones a maquinaria.
Aunque con una cifra sustancialmente menor que para el INTA, el proyecto presentado por el Ejecutivo también contempla aumentos presupuestarios para otros organismos agropecuarios dentro de la órbita del Ministerio de Economía.
En el caso del Instituto Nacional de Vitivinicultura, se proyecta un incremento del 6,7% con una partida de 16.770 millones de pesos. Para el Instituto Nacional de Semillas (INASE), el presupuesto para el año próximo sería de 21.230 millones, 6,8% más que el de este año. Ambos organismos también han recuperado la autarquía por decisión del Congreso, que derogó semanas atrás el decreto 462/2025.
En ambos casos, a diferencia del INTA, el aumento presupuestario correrá por debajo de la inflación proyectada.
No obstante, si se echa un vistazo al proyecto de Presupuesto 2025, el presentado en esta misma fecha pero del año anterior, la partida proyectada para el instituto era de 251.494 millones de pesos. Como no fue aprobado ese presupuesto, y se prorrogó una vez más el de 2023, el organismo terminó recibiendo, de forma efectiva, unos 233.000 millones.
En ese sentido, en comparación con la propuesta hecha el año anterior, el gobierno ofrece un incremento del 2,79%. En los hechos, el aumento es del 18% ya que el Presupuesto 2025 no se ejecutó.