“Los recursos totales provenientes de los Derechos de Exportación aumentarían un 22,8% en 2026 respecto de las proyecciones para el presente ejercicio”, dice taxativo el proyecto de ley que el Poder Ejecutivo envió al Congreso para su tratamiento, esta misma noche, luego del discurso en cadena nacional del presidente Javier Milei.
Se sabe que el grueso de los recursos por derechos de exportación (popularmente llamados retenciones) provienen del agro, en especial de los embarques de granos y sus derivados. Por lo tanto se descuenta que el gobierno de La Libertad Avanza está dando por cerrada la posibilidad de nuevas bajas en ese tributo, como las que ya dispuso este año.
Es el riesgo de aplaudir dos veces la misma baja de retenciones y no exigir un cronograma concreto de rebajas, como hicieron las entidades rurales de la Mesa de Enlace en un gesto de complacencia para con el gobierno. Lograron con esa posición una rebaja del 20% en la presión fiscal mediante dicho tributo distorsivo, es cierto. Pero a cambio Milei parece haber ganado tiempo y sigue manejando las alícuotas a su antojo y según la necesidad del fisco, sin contemplar la realidad de los productores.
En el mensaje enviado por el Presidente al Congreso junto al proyecto de ley -que de discutirse y aprobarse permitiría recuperar un presupuesto luego de tres años de gestión sin esa herramienta-, el gobierno prevé que ingresos impositivos por $90.308.957,7 millones en 2026, un 22,5% frente al
estimado para 2025. Esto equivaldría a 8,7% del PIB.
“Dentro de estos, los más importantes son el Impuesto al Valor Agregado (IVA) neto de reintegros, que crecería 19%, el Impuesto a las Ganancias (+24,2%), el Impuesto a los Créditos y Débitos en Cuentas Bancarias y Otras Operatorias (+21,7%) y los Derechos de Exportación (+22,8%)”.
Estos son los números proyectados. Por retenciones (a todos los rubros) se prevé recaudar 10.167.410 millones de pesos. Al tipo de cambio promedio calculado para el próximo ejercicio (unos 1.423 pesos), sería algo más de 7.000 millones de dólares.
De todos modos, aunque no bajen ni suban las alícuotas, habrá un incremento de la presión fiscal sobre el sector rural, por cuanto los DEX “pasarán de representar 0,95% del PIB en 2025 a 0,98% del PIB en 2026”, ya que “el escenario macroeconómico contempla un crecimiento de las exportaciones gravadas en términos reales superior al promedio de la economía”.
La presunta decisión del gobierno de no rebajar las retenciones a lo largo de todo 2026, como trasunta de este proyecto de ley, parece ir en línea con el tono del discurso presidencial en el que se volvió a remarcar la necesidad de mantener el superávit fiscal logrado por el gobierno en el primer tramos de gestión. En rigor, el mensaje dice: “en lo que va de 2025, el Sector Público Nacional continúa registrando superávit tanto primario como financiero. En el acumulado a julio, el resultado financiero positivo representó el 0,3% del PIB, mientras que el superávit primario alcanzó el 1,1% del producto”.
El gobierno destacó que “este resultado se logró en simultáneo con la implementación de medidas de reducción impositiva, como la eliminación del Impuesto PAIS y la baja de derechos de exportación e importación”. En el caso del agro, se recordó que el Decreto 38/2025 redujo el DEX para ciertos productos de origen agroindustrial, insumos básicos industriales y ciertos productos lácteos, entre otros. hasta el 30 de junio de 2025, inclusive.
Pero luego, el Decreto 526/2025 volvió a reducir las retenciones, para la soja desde 33% a 26%, para los
subproductos de soja desde 31% a 24,5%, el maíz, el trigo, la cebada y el sorgo de 12% a 9,5%, el girasol desde 7% a 5,5% y las carnes aviar y bovina de 6,75% a 5%.
¿Cuántas veces mencionó al campo el presidente Milei en el discurso pronunciado en cadena nacional?
Según los cálculos oficiales, la reducción transitoria hasta el 30 de junio de las derechos de exportación del complejo agroexportador tuvo un costo de 0,126& del PBI, mientras que la reducción definitiva posterior impactará con 0,055% del producto bruto.
Para los sectores industriales y minero, el gobierno tuvo gestos más contundentes, al llevar la alícuota de DEX al 0%.