Gustavo Idígoras sabe de lo que habla cuando habla del acuerdo Mercosur-Unión Europea, ya que en los orígenes de la negociación era uno de los negociadores agrícolas y después fue, durante largos años, agregado agrícola en el viejo continente. Conoce la génesis y todo lo que estaba en juego. “Fue un alivio para mi ver el cierre de la negociación, que se debe a una sola razón: la voluntad política del gobierno argentino”, elogió Idígoras a los nuevos negociadores.
Hace algunos años Idígoras pasó a trabajar en el sector privado y hoy es el presidente nada menos que de la unificada Ciara-CEC, que representa a las grandes empresas cerealeras y aceiteras que en conjunto explican cerca del 30% del total de las exportaciones del país. Desde ese rol, Bichos de Campo lo consultó para saber cómo cayó el acuerdo en el sector agroexportador.
“El primer tema es que el Mercosur salió del aislacionismo que tuvo durante treinta años. El bloque nació en la década del 90 con la idea de fomentar la democracia en la región, que se logró, y abrir mercados, que no se logró. Y el gran acuerdo pendiente que había era Europa”, destacó el ejecutivo.
Mirá la entrevista completa con Gustavo Idígoras:
Idígoras recordó que en el inicio de las negociaciones entre ambos bloques comerciales, las aspiraciones del Mercosur eran muy elevadas. “Íbamos por el 10% del consumo aparente de alimentos de toda Europa”, rememoró. Ahora reconoce que s elogró mucho menos, pues “quizás ahora tendremos el 1%”. Pero subrayó que aún así “es mucho mejor mejor de lo que hoy tenemos”.
“Hoy tenemos problemas de acceso al mercado, cuotas pequeñas, medidas sanitarias y fitosanitarias. ¿Qué es lo que vamos a tener con el acuerdo? Un camino, una autopista, para facilitar el acceso de productos alimenticios argentinos y atraer también a inversiones europeas, que es algo que todavía no vemos pero vamos a empezar a ver, porque la industria europea va a querer radicarse en el Mercosur para colocar sus productos desde acá”, explicó el titular de Ciara-CEC.
-¿Y no le tienen miedo a la instalación de la industria europea en el país?- preguntó Bichos de Campo.
-Cuando uno analiza la estructura de costos de producción que tiene la industria alimenticia europea, tendríamos que relajarnos y empezar a disfrutar el acceso al mercado europeo-contestó.
Idígoras aclaró que esto no corre para algunos rubros de alta calidad donde la UE es muy competitiva, como los espumantes y los quesos. También indicó que el sector más beneficiado en la Argentina será el de la fruta y “eso va a genera un efecto muy importante en nuestras economías regionales”, se ilusionó.