La campaña agrícola arrancó con buen perfil en el suelo y bajas en los derechos de exportación, pero eso todavía no alcanza para obtener buenos resultados económicos. La inversión y el riesgo son muy altos y los precios no acompañan.
Alejandro Ladaga es productor en 9 de Julio, en el centro-norte de la provincia de Buenos Aires. Tuvo la dicha de que su zona no se vio tan afectada como otros partidos de la región por la intensa temporada de lluvias, pero de todos modos el exceso hídrico en esas latitudes limitó la siembra de trigos largos, que son los que más rinde potencial tienen.
Por eso es que hoy la foto no es alentadora, sobre todo para quien, con una campaña invernal compleja en términos de rentabilidad, debe salir a pagar las cuentas próximamente.
“Los márgenes en la fina son ajustados y en campos arrendados se necesitan rindes de entre 4.000 y 4.500 kilos por hectárea, que sólo los sacas con ciclos largos”, explicó el productor en diálogo con Bichos de Campo.
Con los precios de alquileres aún muy elevados, y, en ciertos casos, con presiones alcistas, la estructura de costos de un productor agrícola promedio está comprometida. Por eso es que la parcial rebaja de retenciones termina siendo más un gesto que una medida con impacto concreto en los bolsillos.
“Necesitamos rindes muy altos para salir hechos, necesitamos que la naturaleza haga lo suyo y necesitamos cotizaciones por encima de los 200 dólares”, agregó Ladaga, que considera que, lejos de ese escenario ideal, y con contingencias climáticas a la puerta, “hay que estar atento, tener cintura y buscar la forma de cubrirse”.
En situaciones de este tipo muchas veces se recomienda a los productores tomar coberturas en los mercados de futuros y opciones. Ladaga se considera una persona a la que le gusta estar informada y formada en la evolución del comercio local y mundial, y por eso se animó a cuestionar la conveniencia actual de estas alternativas.
“Las primas son de 7 dólares. Un error que cometemos los productores agropecuarios, cuando hacemos los márgenes brutos, es que nunca calculamos lo que yo llamo el costo de la red de seguridad, que para mí es de dos o tres o tres puts por hectárea, es decir, entre 5 y 7 dólares”, explicó.
Eso cambia la ecuación, porque si se suma ese monto, el costo por las coberturas asciende a entre 15 y 20 dólares.
Asimismo, por si eso fuera poco, Ladaga agregó el costo de los seguros agrícolas y, para el caso particular del trigo, el de granizo, que generalmente no se suman a los cálculos de márgenes. “Ahí tenemos otros 25 o 30 dólares, con lo cual si le cargás al margen bruto la red de seguridad y sumás todo, estás 40 dólares abajo”, aseguró.
Por otro lado, este año pesa mucho el costo financiero. Como las tasas están por las nubes, se encarece el dinero y hace más riesgosa la inversión. Es un combo que, en última instancia, atenta contra la producción.
“Si yo en vez de enterrar esa plata la hubiera puesto en alguna Letra del Tesoro, seguramente obtendría en diciembre una ganancia que no voy a tener con el trigo. Entonces, como productores tenemos que empezar a pensar en qué estamos haciendo y si realmente tiene lógica seguir sembrando”, lanzó Ladaga.
Sin embargo, ese no es el único problema que ve hoy el productor, que prefiere hablar de un panorama complicado para el cereal y para la campaña en general. “Se armó la tormenta perfecta porque además los insumos están caros y los precios de los commodities están bajos”, lamenta.
Mientras tanto, en otros países -como Estados Unidos-, los gobiernos de alguna manera ayudan a sus productores con subsidios directos y otras herramientas. Aquí, la ayuda llegó con la rebaja de las retenciones de 12% a 9,5%, muy escasa para las exigencias que tiene el negocio y hasta insignificante en comparación con los demás impuestos distorsivos que hoy afrontan.
“Además de todo eso, no tenemos infraestructura en caminos y rutas, las escuelas rurales están deshechas y no tenemos conectividad”, expresó Ladaga, que no duda ni un instante en su diagnóstico del sector y concluye: “Nos mandan a pelear en la jungla con un escarbadientes”.
¿ Los alquileres son elevados ?
¿ Se dará cuenta éste señor por qué razón son tan altos ??
Los propietarios ni necesitan esforzarse. Abren a la mañana la puerta de su casa para sacar a mear al perro y ven 5 tipos haciendo cola esperando les acepten sus ofertas para quedarse con el lote. Desesperados por sembrar en tierra ajena.
Estás más chapita que el de arriba
Que venda el campo si no es rentable…simple