La Secretaría de Agricultura actualizó este jueves las estimaciones del balance de oferta y demanda de soja para ubicar ahora la proyección de exportación de poroto de soja 2024/25 en 8,50 millones de toneladas versus 8,20 millones previstas el mes pasado.
Sin embargo, debido a la fortaleza de la demanda china –impulsada por factores geopolíticos en el marco de negociaciones comerciales emprendidas con EE.UU.– es muy probable que las mismas queden pronto desactualizadas.
Hasta el momento se registraron Declaraciones Juradas de Ventas Externas (DJVE) de poroto de soja por 8,46 millones de toneladas y todo indica que esa cifra seguirá creciendo en lo sucesivo. Faltan siete largos meses para la finalización de la campaña comercial de soja argentina 2024/25.
Los datos de la Aduana de China correspondientes al mes de julio pasado reflejan que el objetivo del gobierno central de la nación asiática es “cortar” con las compras de soja estadounidense hasta tanto no se resuelva la disputa comercial con la gestión de Donald Trump.
Eso está impulsado que las compras chinas de soja, ya sea emprendida por corporaciones privadas (que necesitan, de todas maneras, aprobación oficial) como las realizadas por Sinograin para recomponer reservas estatales, se focalicen en Brasil y, en menor medida, en la Argentina.
El problema de esa estrategia es que Brasil, si bien una potencia agroindustrial, tiene un límite, el cual, una vez superado, obliga a los chinos a originar embarques en la Argentina, donde tradicionalmente la mayor parte de la cosecha de soja se procesa internamente para exportar harina y aceite de soja.
La Secretaría de Agricultura de la Argentina además ajustó la estimación de molienda de soja para llevarla a 50,5 millones de toneladas versus 48,0 millones previstas un mes atrás, lo que derivó en estimar ahora un stock final de poroto de 7,7 millones contra 10,6 millones estimados en julio.
La cuestión es que, si las negociaciones entre EE.UU. y China fracasan, la demanda de la nación asiática seguirá concentrándose en el Mercosur en un momento en el cual se inicia la “temporada baja” comercial del poroto en la región. En ese escenario, no puede descartarse que la demanda china termine vaciando la existencias de soja argentina para suplir el bache dejado por la oferta estadounidense.